sábado, 10 de marzo de 2007

JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ




Menciona a:
Alexis Naranjo
Vicente Robalino
Ángel Emilio Hidalgo
Ernesto Carrión
César Eduardo Carrión
Fernando Balseca



Ambato, 1979. Licenciado en periodismo, ha hecho estudios de posgrado en traducción y literatura. Poemas y versiones suyas han aparecido en revistas de Ecuador, Colombia y México. Ha publicado los poemarios: Intención de Sombra (2001), Grabados sobre una columna derribada (2004) y Los Rastros (2006).





  • POÉTICA

Escolios para una poética

A César Eduardo Carrión

I
Borronear un poema es siempre inútil
si no habla del ojo
que mira el mundo
y siente que no ve
la realidad, el almendro y los juncos.


II
Exactamente en un cuaderno blanco
dejo palabras y palabras
que no dicen
por intentar coger, lápiz o tinta,
la luna con su música.


III
El ojo
mira este cuaderno blanco
como quien mira un pájaro en el aire.
Es decir, mira este cuaderno blanco.


IV
Ya me cansé de hablar cosas oscuras,
aunque en la noche todo es realidad.

(inédito)


  • POEMAS

TRES VERSIONES SOBRE UN TEMA DE ENSOR


I
En una casa repleta de chinoserías,
tú abriste un abanico de pájaros.
Y los pájaros volaron a los árboles
de los jarrones blancos.
Todo desconociendo que yo iba
a escribir una poema sobre esto
y que tú me dirías que era realidad.


II
El jarrón, ese inaudible objeto.
Será un milagro si tú escuchas
un jarrón en la mesa.
Y lo escuchas.
Escuchas su blanca música.
No me hables más
de un pájaro en la tierra.


III
El pájaro se oculta en el jarrón.
El jarrón se oculta tras los pájaros.
(Un invisible juego es lo visible).
Sólo el jarrón, los pájaros.
(inédito)

FITZCARRALDO
Si este barco pasa sobre la montaña,
hallarás la pobreza y la música.

(inédito)


EL ENCUENTRO

Incendio mi árbol
y la sombra nacida de aquel fuego me destruye.

Sin embargo, mi fin no apagará la llama.

(Intención de Sombra, 2001)




HABITACIÓN ABIERTA

Mi palabra es mi sombra.

Por eso,
penetro el silencio:
borde de voz, sin raíz y sin nombre.

Allí, empuño la luz,
instrumento único para tocar lo ausente.

Palpo mi centro
-piedra negra-
y se abre como un fruto
que sangra, eco tras eco,
sobre un cauce de olvido.

¿Oyes el líquido murmullo,
palabra y sombra,
que cruza esta página,
que cesa de bogar y descansa,
ya pozo, en tu centro?

Afuera,
la luz vuelve a su sitio:
el cuerpo, el árbol, el silencio.

Escucha.
Un haz de luz resuena dentro.
Apaga la sombra. Calla el mundo.

(Grabados sobre una columna derribada, 2004)





ACORDE PARA FRANK O’HARA


A Iván Carvajal

Cruzo la vida en una efigie ajena:
cuerpo, médula, materia.
Vuela una abeja entre la tinta
sobre la lengua de los bosques.

En la mente, los niños se murmuran
que la pelota perdida tras el muro
migra en la luz hacia la muerte.

No hay nada sorprendente en las palabras:
una abeja que es lengua, una pelota extraviada.
Todo dice o calla cosas:
materiales que vuelan por la nada.


(Los Rastros, 2006)