lunes, 6 de julio de 2009

FERNANDO ESCOBAR PÁEZ





Menciona a:
Javier Cevallos
Ernesto Carrión
Javier Lara
Andrés Villalba
Edwin Madrid
Luis Carlos Mussó
César Eduardo Carrión


Quito, 1982. Poeta y narrador. Estudiante de psicología, medicina y comunicación social (fue expulsado de las dos primeras carreras), ha publicado el poemario "Los Ganadores y Yo" (Machete Rabioso Editores, 2006) Textos suyos constan en varias antologías de poesía dentro y fuera del país. En la actualidad se halla trabajando un libro de microrelatos y prosa poética cuyo nombre tentativo es "MISS O'GINIA". Editor y redactor de la página pornográfica http://proyectojohnson.blogspot.com


POÉTICA

Empecé a escribir porque la literatura me da la posibilidad de ser infinitamente desagradable ante un número indeterminado de potenciales lectores. El acto de escribir asumido como un mecanismo de venganza contra un mundo en el que no encajo ni quiero encajar, pero en el que tengo que permanecer hasta que cumpla los 33 años, momento en el que seré asesinado por la chusma, igual que ese carpintero judío, solo que con menos pelo y más alcohol.


POEMAS


YO SOY LA REINA DE INGLATERRA


Cuentan que La Reina Victoria de Inglaterra desvirgó su estilete forrado con piel de marta cibelina por un diplomático expulsado de un páramo yerto. Los historiadores también apuntan que dicho funcionario fue montado en un burro al revés y exhibido por la Plaza Murillo para deleite de los campesinos, quienes le obligaron a ingerir un cántaro de salitre congelado.

La Reina descarga su mustélida arma sobre el mundo que creía conocer, planisferio de serpiente marina y diamante, con la certeza de que El Imperio Donde Nunca Se Pone El Sol ha sido arruinado por la crueldad andina. La Soberana murmura No longer exists, You no longer exists bitch, Bolivia no longer exists. Bitch.

Trafalgar Square, La Hora Del Té, los cilicios y hasta sus impolutas bragas le recuerdan la impotencia de su fuerza naval –otrora gloria de La Corona- frente a ese país miserable, que no debería llamarse Bolivia, sino llevar Tú Nombre, pues las dos son desiertos gélidos y receptáculo de seres grotescos.

Por eso comprendo la irrisoria venganza de Su Alteza: Nada más atroz que territorios y rostros que no conocen el mar.




EL DESAFÍO DE LA BESTIA

Apreciemos sin vértigo, la extensión de mi inocencia.
-JEAN ARTHUR RIMBAUD-


Maniquí sagrado que colecciona condones pero que de noche viene a retozar en mis ruinas, ¡en tus escamas conocí la abyección!, por eso transmutaré Tu Nombre –antaño sacro- en vomitorium de esta pústula volcánica que fue mi piel.

Con la bendición de El Perro desperdicié semen sobre la tundra que llevas atada en el rostro, pero Hoy, Una Bestia Más Sabia proclama: ¡No Más! ¡Cose con tinta sus agujeros! ¡Deja que Otro se anule entre sus senos tísicos! …BUSCA EL MAR. Solo en la vastedad podrás limpiar La Marca!

Acepto el desafío de La Bestia
y desnudo como una piedra
te dejo morir.




LA PLAGA

Sólo hay un heroísmo
entre las rocas, y es el odio
es el odio lo único
que me une a ti
mi amor ha muerto y un gato
espía su muerte, espía su nada.

-LEOPOLDO MARÍA PANERO-


Si viviéramos en un país decente –como Bangladesh o Nigeria-, lanzaría ácido en tu rostro y luego te vestiría con piedras. Pero como Aquí existe un concepto llamado “violencia de género”, tendré que conformarme con clausurar tus agujeros mediante el uso de parásitos.

Encontré una chica de bellas pústulas en la boca, la cual –para mi dicha- también es dueña de una manada de ladillas. Cariñosamente me cedió los ejemplares más virulentos de su ejército púbico.

Cada ladilla fue nombrada por las noches que pasamos juntos. Así, la más melancólica se llama miércoles afuera de un bar sin ti. La más coqueta es la Zhumir en tu boca. La más fría lleva Tu Nombre.

No he vuelto a fornicar con nadie, pues te pertenecen y las engordo para regalártelas envueltas en mi sexo muerto. Llegarán A Ti, aunque jamás vuelva a tocarte, aunque tenga que follarme a todos tus novios, Llegarán A Tí.

Sé que tu vagina es un canal ártico donde ningún parásito puede sobrevivir. Solo Yo -animal aclimatado a lo boreal que te habita- puedo alimentarme del hielo. Solo Yo, poseedor del prestigio que una enfermedad venérea suave otorga.

Pero primero debo sangrarte. Nada te salvará de la plaga que tengo entre las piernas.




ALEJÁNDOSE

Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro.
-ANTONIO GAMONEDA-


Trataste de evitar que Te Arruine La Anoche, pero al final ¡en el meadero te recogí!. Como el vapor de la orina ajena se pega en la ropa, tus escusas se prenden de mi vida.

-No sabes lo que me han hecho los hombres –dices.

-Ya No Soy Hombre –fumo.

-Estás enfermo…creo que me vas a pegar –no me miras.

-Ya me lo dijeron –te odio como el elefante odia a sus colmillos: morbosamente.

Es tarde. Tus amigos y mi pusher se preocupan por nuestra ausencia. No hubo despedida. Sólo un beso contra el plumaje que me has vuelto a negar y el inodoro anegado como el final que nos merecíamos.

miércoles, 1 de julio de 2009

WLADIMIR ZAMBRANO




Menciona a:
Ernesto Carrión
Javier Ponce
Roy Sigüenza


Guayaquil, 1984. Poeta, artista visual y docente. Es licenciado en Comunicación Social y escribe en la revista electrónica Casa de las Iguanas. Ha participado en recitales poéticos dentro y fuera del país. Entre los más reciente están el III Encuentro Latinoamericano de Poesía Actual Poquita Fe (Fundación Pablo Neruda- Santiago de Chile 2008) Fiesta de la poesía(Alianza Francesa-Guayaquil 2009) I Encuentro Iberoamericano de Poesía (Ministerio de Cultura del Ecuador-Feria del libro 2010). Textos suyos aparecen en diversas antologias nacionales y latinoamericanas como: Punto de partida (UNAM - MEXICO DF 2009) Ruido Blanco (Consejo Nacional de Cultura 2010) Antologia de Poesia Joven Hugo Mayo (Casa de la Cultura Ecuatoriana-Nucleo del Guayas 2007). Miembro fundador de Puerto Guerrilla (Tácticas de intervención literaria), colectivo que tiene como fin renovar el formato de las lecturas poéticas así como su inserción en la esfera urbana. Su primera tentativa poética (Diario del crepúsculo)recibió el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez 2009


  • POÉTICA

Escribo como una necesidad, como algo que simplemente no puedo dejar de hacer.




  • POEMAS

II
[18h40, después del cine]


También los niños vagos fueron viaje de arlequín y paisaje de tristeza.
También los niños vagos fueron cuerpo de papel y credo bajo el agua


ENTONCES

Cinco hombres,
tres mujeres:
dos despiertas y una dormida;
que mas da

Reiniciar el mundo y levantarse de este sueño,
describir la fuerza de dios en la sangre de los cuerpos.

Quiero revivir a todos estos niños
que han desperdiciado los cuentos.

Pero sé
que la luna debe cambiar de rostro y el vino agotarse
para que nuestras sonrisas y palabras
vuelvan como la presencia de un beso en la oscuridad de la playa
o la luciérnaga furiosa en que se transforma la hoguera en la distancia;
un recuerdo palpable por las noches de sueño:

hermoso ,

amable ,

pero inútil.



Idea Número 1: Interior de ciudad 


Voy a cortarme la mano derecha,

enterrarla en el jardín

y esperar a que crezca un hombre…


De mi cabeza al cuerpo la inmersión de un continente,
de mi cabeza al sueño una cacería de nombres…,

Todos mis maestros se han marchado:
El conductor en carruajes de vino

y la obcecada anciana vestida de infante,

el dragón que vivía en su aldea
                                                 como príncipe y hombre,


el rito de animales que en el hambre se guardará
cuando el círculo en palabras erigiera otra ciudad,

otro nombre,

otra cifra…

Y otro barco de papel gastándose en las formas de mi sueño.
Y otro barco de la piel insomne en un pasado que fabrica

una materia que pesa,
pero escapa

una palabra que escribo,

pero se borra…


Voy a cortarme la mano derecha,
enterrarla en el jardín
y esperar a que crezca un hombre.






lunes, 9 de febrero de 2009

JAVIER CEVALLOS PERUGACHI



Menciona a:

Fernando Escobar Páez

María de los Ángeles Martínez

Cachivache

Juanjo Rodríguez

Ernesto Carrión

Ángel Emilio Hidalgo

Paúl Puma

Enver Carrillo

Alexis Cuzme




Quito, 1976. Poeta, actor y dramaturgo. Ha publicado La ciudad que se devoró a sí misma (2001) y C (2005). En 2008 estrenó su obra de teatro El Danzante, en el convento de San Agustín, de Quito.



  • POÉTICA


El poema siempre será un pasado, nunca el futuro. Como un entrecruzamiento de calles, nacidas del azar o la necesidad, que va cobrando sentido mientras más se vaya alejando el viajero. Como el reflejo de la ciudad primigenia en todas las ciudades que visitarás después. Es necesario, entonces, utilizar la memoria como un instrumento de organización, como una mirilla donde se decodifican estos mensajes cifrados. El poema es cifra y cada poemario, una serie de fragmentos que se juntan y forman un todo coherente. El poema es el poema. Y nada más.





  • POEMAS



OFELIA

En mi ausencia cifro la venganza.


Mientras me abandono a la corriente

se llora en los pasillos y arcadas.


Mi lengua, amordazada en nenúfares

y mi boca, sellada por el lodo,

van dejando un rastro en las orillas.


Soy el cuerpo que ha sido desechado,

la forma amada que se desvanece,

el nombre que no será nombrado.


Es mi llanto el que acrecienta el caudal:

se pierde más en el infortunio que en la muerte.


Decido que he amado


Asumo para mí

la locura del viajero:

conozco el puerto

mas ignoro el itinerario.


La venganza se repliega en la mano.


El caballo bravío

y el liquen espumante.


El gesto excede al limo.

Bajo el pantano, el placer del exceso,

el efluvio delirante de la putrefacción.


Me confundo con los gritos,

borro las huellas que dejé atrás,

me sumerjo en el lodazal.


Cómplice


La mirada se hace necesaria

empapando el vestido.


Estoy aquí porque así lo quise;

mi rostro, mis pechos serán bellos

en tanto las rocas no los golpeen.


Los ojos se deleitan en mi piel moribunda,

cada tarde mutilada,

cada miembro desatado,

piedra a piedra,

olvido y ausencia,

sueño del abandono.


¿Quién abandona al otro?

¿Yo, empapada de venganza,

una con el lecho del río?

¿Tú, cuya prisión es nostalgia

y tu condena, el olvido?


El cauce bebe mi abandono.


Arrastro los secretos de la hiedra,

el susurro del pedernal sonoro,

el agua que conquistará la piedra

y las marcas en el árbol absorto.


Tras de mí, la agonía aumenta,

el solitario se sabe más solo.


La venganza ha sido consumada.


Ha tomado forma

en silencio escindido

y conjetura dolorosa.


Se establece la sospecha:

el sexo se encabrita apasionado.


En los labios, la mentira,

la división y el miedo.

Habito el infierno construido,

anhelado,

el borde del gemido y la piel.


Llevo el cuerpo coronado de espinas:

delirio de acero,

deseo cercado por la indiferencia.

Encierro al dolor,

lo doblego como a ganado nuevo,

permito

tan solo

que contemple las orillas

lejanas


inalcanzables.

Bajo la lengua guardo el rescoldo,

aquello que, alguna vez, incendió las palabras.


Cuando sea una con el silencio,

iré de regreso al hogar.


(de C)




OFELIA CITY




I


A los viernes pertenece el fulgor del cuerpo,

esa sensualidad que nos arroja al otro

y de aquel a otro, nuevamente,

hasta que ya no reconocemos las heridas.


Las voces del pasado resuenan entre nosotros,

replegándose con un gesto imperceptible.


El cuerpo tatuado del amante

es un palimpsesto de caricias y labios:

será la misma piel pero se sabrá distinta

y anochecerá y amanecerá, nuevamente.



II


El día del viajero nunca se parece a otro

aunque, en apariencia, sea como cualquiera.

Aunque el mismo sol amanezca,

no será el mismo día, ni la misma luz.


Ese rostro que se asoma

a cientos de fotografías ajenas

es como un cenotafio de nostalgia

o un monumento de pasado.


Es un yo que se esfuma en otoño,

retratado entre el click de la máquina

y un parpadeo del observador.


Hay quien viaja

sin llegar a lugar alguno:

un árbol viejo, aferrado al risco,

que no merece ser observado.


Oscuro como una noche estéril



III


No es hoy ese viernes.


El hastío envenena la comida

y va borroneando los recuerdos

en el quito del dosmilcinco.


La soledad es una lata de cerveza

bajo el sillón,

es el fregadero repleto,

la cama y el libro de poemas.


Es un día que aparenta ser viernes

mientras se oculta tras la resaca

y la visita familiar.


Pequeña muerte.





(inedito)