martes, 2 de octubre de 2012

HUGO MAYO


In Memoriam


Su verdadero nombre fue Miguel Augusto Egas. Nació en Manta en 1897, pero desarrolló la mayor parte de su obra en Guayaquil. Representante del dadaísmo en el Ecuador, publicó tres libros: Poemas de Hugo Mayo (1976), El zaguán de aluminio (1982) y Chamarasca (1984). Figura notable de la vanguardia literaria de los años 20, publicó en la revista peruana Amauta, fundada por José Carlos Mariátegui. La publicación de “Poemas Machos” generó tal polémica, por el título y contenido, que los críticos pidieron para Hugo Mayo el “hospital psiquiátrico o la cárcel”. Fue empleado municipal durante muchos años. Murió en 1988 en la ciudad de Guayaquil.


  • POÉTICA POSIBLE

Soy Hugo Mayo, un poeta distinto
Soy a mi manera
–Como temo intoxicaros, olvidad que soy poeta
Les permito llamarme como quieran–
Al mundo llegué, según mis padres, el día domingo,
Cuando apenas el alba se pintaba
Noviembre 24 señalaba el calendario
Mi cuna: un fondeadero; Manta
Manta entonces era pequeña y paupérrima
Hoy, puerto con rompeolas, ciudad que maravilla,
Aunque le pese a cualquier otro puerto
Mi rebeldía, como mi mar, la doy en tumbos
Poseo la reciedumbre del algarrobero
Mis primigenios: un bosque y un océano
Así, la engendración de savias y aguasal,
a no dudarlo, he sido, soy y sigo siendo

Un día, resuelto, «le torcí el cuello
al cisne de engañoso plumaje» que cantaba
Los patocuervos no me perdonaron
Buscaron en bandada atacarme en mi reducto,
pero los desplumé; y, apenas si pudieron
No contentos me llamaron el verdugo del verso
Sin embargo, sigo siendo Hugo Mayo,
un poeta distinto. Soy a mi manera (...)


  • POEMAS


POEMAS MACHOS 

estoy con el pájaro sin jaula ese pájaro hoy de colores 

saltando los vidrios anuda el sonido de tu risa 
hacia el norte equivocadamente los senos 
columpio que reserva la mecida impar desviando 
espaldas de muchos abanicos las distancias 
aparte las estrellas en la enredadera del naufragio 
con las ventanas a propósito 
conteniendo las cosechas ante las semanas ancladas 
veo el timón aurora de itinerarios fugitivos 
siguiendo el dibujo de tus pasos poliedros de la tarde 
pasan el disco las distancias cortando el muelle de la noche 
escalera de muchos resortes me pongo a subir las azoteas 
despertando a galope el carrusel mayúsculas de todos los avisos 
falsamente perfilan vidrios de colores al fondo
antena sin perseguir el silencio de los ojos
muestro las manos con el barniz de muchos olvidos
bajo el ala de tu pastora dibujo el crepúsculo nuevo
collar de piedras pálidas atardeciendo el disco de tus besos 

en el reloj de atmósfera ardiente borrando las horas 
acompaño a las nubes disparatadas el regreso a cualquier parte 
en la cuerda floja tirada al espacio 
madurando los frutos del aire en el límite 
las palabras se lanzan perdidas en la pista del deseo inválido 
muñequera de distancias dando vueltas seguidas 
soy con mis pasos delirando la marcha 
el trapecista en el lomo de cualquier estrella 
sobre el aislador en el trote de las ansiedades 
la penumbra abandona todos los pasos. 


daba vueltas en el muelle del tiempo 
torcido el cielo de las mariposas sobre el campo 
traigo en la marea de colores los racimos 
afiche en el cinema encendido 
nos desatábamos esperando el sur el nudo de los recuerdos 
hasta tu misma voz viajando florece el terreno 
el espantapájaros palabras disparatadas mi arpón y tu red 
otra del campanario escribir al espacio 6 lágrimas 
el olor de ti mismo guía del camino girando la tarde 
color esperado de los duraznos 
tus caderas siguen en cinta de aire paralelas tus caderas 
echa las semillas camino de tus pasos floreciendo alegrías 
estrella de neblina el polo de tu ruta bebiendo la noche 
así grabando como radiogramas de risa 
en el mástil ciruelo de las cosechas 
tal el farol junto al portal del olvido 
confuso al paso del tiempo 
en el polinomio estrella de antorchas 
pensando que llega polea de los senos nacidos 
mareo de muchos caminos en la distancia 
aquello como cordón de palomas 
cortando espigas de sol para los cestos de la tarde 
al escamotear la pampa de siembras 
esas ansiedades cruzando las montañas 
para caer dentro de una hora 
caricia húmeda mezclada a las cortezas 
entonces sonata nacida de las raíces 
baño en neblina hasta orillar barrancos 

ahora como músculos golpeando nuevo oxígeno 
en tropel hasta 100 números del aire 
en los ojos sin poder localizar 
collar de lágrimas escapando apenas 
como un puñal vendado 
luego galopa olor de regreso 
queriendo abarcar la distancia. 


me apresuraba a golpear sobre los rascacielos 
saltan las ansiedades naufragio de letras pescando diptongos 
dominó en 12 cuadros dobles 
el puñal de sol asesina la vidriera de los calendarios 
juega con las estrellas el espacio para recoger las iniciales 
camino con la última edición de recuerdos 
avión en decollage 
soda de aire que beben los pájaros en la noche 
cabecean a la siga capotes de muchos autos 
atardecidos dibujos en playa de balneario 
voy sacando de mi jaula ideas sin alas 
madrugada en cinta 
anunciada la paleta que dará los colores impares 
estufa de cualquier pantufla de china 
hay un desbordamiento de los pisos altos 

que se paralizan en los casilleros del alba 
olfatea ardilla de 10000 folletines 
el deshielo de tus palabras embanderadas. 


PUEBLOS DEL SIGLO NUEVO 

sin ser una burbuja de jabón 
va pasando lento por la calle torcida
un abecedario en desorden
tras el vidrio de cualquier monóculo
existe una feria de colores
el otoño ha marchado a golpe
y las mujeres obtuvieron asientos de primera fila
en cualquier lugar olvidado
tomaban los cuerpos la forma de cubos
un buen caricaturista
hizo los zaguanes en las casas de cemento armado
los relojes
marcaron las horas de los puntos cardinales
mientras desde nuestros pies
miles de diptongos se lanzaron sobre las pianolas
y conocimos los ojos de nuestras nietas
cuando llegaron las noches apagadas.

RETORNO A MI SANGRE 

Mi manera que padece 
y mi tránsito que acumulo y esa vida sin cuerpo 
en la totalidad del ser 
soy solo muerto delito en el tiempo 
como ayer totalidad de la sorpresa 
De lleno en esa luz de los relatos 
entre a caer en un mador 
A nutrirme palabra de la magia 
pero me quedo en la puerta de la espera 
en las rocas omnipotentes 
Y me mido en lo crucial 
y medito en el asilo de mis huesos 
Sé del camino y del golpe 
y retorno a mi sangre