lunes, 12 de noviembre de 2007

PAÚL PUMA




Menciona a:

Ángel Emilio Hidalgo
Luis Carlos Mussó
Carlos Vallejo
Marcelo Báez
Fabián Pathino
Efraín Jara Idrovo
Francisco Granizo


Paúl Puma (Quito, Ecuador, 1972). Poeta, dramaturgo y periodista. Representó en Italia su obra de teatro El Pato Donald tiene Sida o cómo elegir los instrumentos de la desesperación (1996). Otras obras de teatro son Mickey Mouse a gogo (2001) y El Príncipe Infeliz (2005), una obra infantil creada para el Taller de Teatro de la Unidad Educativa Quitumbe. Ha publicado los poemarios La Teoría del Absurdo (1994), Los Versos Animales (1996), Eloy Alfaro Híper Star (1996) y Felipe Guamán Poma de Ayala (2002), que ganó el "Premio Aurelio Espinosa Pólit". Paúl Puma es uno de los representantes más importantes de la nueva generación de escritores jóvenes del Ecuador y ha sido incluido en diversas antologías poéticas. Invitado a Latinale, Festival de la Nueva Poesía Latinoamericana en 4 ciudades de Alemania gestionado por el Instituto Cervantes.

  • POÉTICA

Influenciado por el teatro del absurdo y de la crueldad, el carácter de mi literatura: Los Versos animales (1997 CCE), El Pato Donald tiene Sida o cómo elegir los instrumentos de la desesperación (Centro La Loggia en Florencia Italia), Eloy Alfaro Híper Star (2002 CCE), Mickey Mouse a gogo Monólogo de Ciencia Ficción Ecuador USA Antología 2001, Felipe Guamán Poma de Ayala Premio Nacional Aurelio Espinosa Pólit Editorial Planeta 2002; mi búsqueda ha tenido una constante: la de recuperar la memoria desde mi cosmovisión de personajes o seres humanos que se esforzaron en el sacrificio y el servicio para brillar como las estrellas selectas del firmamento de mi creación.
Los títulos que señalan iconos mass media sólo constituyen ganchos como en el caso de La cantante Calva de Ionesco. Traslado al papel en blanco ese gesto que Artaud definió como una instrospección al espíritu del espectador. Mi mirada repara en Eloy Alfaro desde un eclecticismodelirante y absolutamente experimental. En Guamán Poma yo recaigo en mis raíces ancestrales.
Nunca tuve apuro para publicar. Siempre estuvieron a mi alrededor críticos importantes de mi país y América Latina. Ahora se suma la crítica europea. Ellos Rike Bolte y Timo Berger, buceadores de la profundidad de la literatura americana han encontrado en mí la lúdica y la teatralidad así como la importancia que Cecilia Ansaldo o Susana Cordero también han descrito en sus palabras incandescentes complementadas a la prensa que ha sido casi siempre bondadosa conmigo.
Mi deseo es encontrar placer en la literatura, ya no desgarramiento. Mi búsqueda es la renovación de la poesía. Llámese
ultravanguardia, post-re-contra-modernidad, trans-vanguardia, y ese no sé necesarísimo. Sin embargo la fuerza desde los 17 años en que empecé a escribir -ahora tengo 35- sigue intacta y más llena de sangre y huesos que nunca.

  • POEMAS



¿HAY UN RASTRO DE MI NUCA EN ESTA PREGUNTA?

LENTO PACTO DE LA SILLA EN QUE ME AZULO X CON UN PÉTALO DE INCÓGNITA

MI ABUELITA SILLA DE MELÓN

QUIÉN CONOCERÁ DE NUESTRA ANGUSTIA DÉCIMA

AY

PEDAZO DE AY

LOS TEMAPANOS DE HAMBRE QUE SE JUNTAN EN LA LÁGRIMA

PRQSILIOUPTHHX!

LOS OLFATOS PRESTADOS AL HIELO

Y YO

FLOTANDO ELÁSTICO

SIN

DE

MIS LABIOS

UN PERFUME OCTAVO

LE RUEGO A MI OREJA ACOMPAÑE EN SU SOLEDAD AL INDICE DE LA MADERA EN QUE
ME ENROJO

NO LE GUSTA OBEDECER

YA LO DIJO MI PATRIA DE NARIZ

LA SOLEDAD TE QUEMA VIEJO

USA SU PLUMA ALGEBRAICA

Y DECORA TU SILENCIO

SOSTÉN ENTONCES LA SINFÓNICA PIEL Y EL ESQUELETO

TRAMA EN LAS VITRINAS DE TUS UÑAS AQUELLAS AVES AMARILLAS

ERÍZATE CON ONDAS LÁCTEAS RITMICAS Y SÈPTMAS

EL VERTICE MAMÍFERO DE LA SONRISA OVULARA SU VEREDICTO QUINTO

LA CUARTA SANGRE DE LA LLUVIA TYEÑIRÁ BTU OSCURIDAD

JIRAFO

EL CORAZÓN TERCERO

REUNIRA LOS SONIDOS DE TU CUERPO DESNUDO

DE LOS VESTIDOS

DE LA MADERA

VERÁS

QUE LA SILLA ES UN SEGUNDO DE ALONDRA Y BAMBALINA

QUE TU NUCA

REGRESA A DESVARIAR COMO EN EL NUNCA

Y QUE TE HACES HOMBRE

CON LA ESTÓMAGA ROSA DEL AMOR ENTRE TUS OJOS

GLORIA A DIOS

GLORIA A DIOS



***


FELIPE GUAMÁN POMA DE AYALA


En el principio
reinaba el silencio.

La tierra de tu nombre estaba desmemoriada y vacía.

Las tinieblas estaban sobre la faz de las palabras nunca
dichas.

Y el espiritú de dios todavía no sabía qué hacer contigo.

No era todavía el verbo.


Entonces, dijiste, para no padecer más el vértigo del vacío:


Desearía que fuera la luz de mi nombre un libro.


Pero,
cayó sobre ti la Oscuridad de lo que querías contar,
de lo que habías visto.


Y dijiste:

Desearía conocer, entonces, la cifra exacta de las elípticas que
realiza la letra p en su vuelo desde lo que no es en el punto espacial
y temporal N hasta el punto WTBX333TR de lo que es.

Y,
en sueños,
querías reproducir en la urdimbre de tu memoria un nombre
que suscite hierba verde,
hierba que dé semilla,
semilla que dé arbol,
árbol que dé fruto,
y mientras dormías,
sonreías,
porque el sueño de la memoria existía.


Pero despertaste.


Y al no encontrar ni tan siquiera una noción de ti, nada,
salvo unos poemas tejidos a mano
que tus hermanos llamaban khipus o ponchos,
mordiste sal,
te arrancaste los cabellos
y blasfemaste contra Dios y contra Vuestra santidad
y separaste las aguas de tus propias lágrimas.


Entonces,
decidiste quemar sobre las piedras de tus ancestros
cada hilo,
cada línea,
cada texto dibujado o escrito.


Y enjugaste las aguas de tus ojos con tu propio cuerpo,
y contaste las líneas de tus manos que fueron descubiertas
y escuchaste la voz del Mar, el Cielo y la Tierra.


Y llamaste a tu texto Corónica como si con eso hubieses
separado la noche del día.

[...]

lunes, 22 de octubre de 2007

ALEYDA QUEVEDO ROJAS




Menciona a:

Jorge Carrera Andrade
Lydia Dávila
Alfredo Gangotena
Jorge Enrique Adoum
Jorge Martillo
Edwin Madrid
Paco Benavides
Enver Carrillo
Ángel Emilio Hidalgo


Aleyda Quevedo Rojas (Quito, Ecuador, 1972). Poeta y periodista. Licenciada en comunicación social. Desde hace 13 años es reportera, editora y consultora de comunicación para el desarrollo, en diversos diarios y revistas del Ecuador y el extranjero, así como en agencias de cooperación internacional y organismos del Estado. Ha publicado los libros de poesía: “Cambio en los climas del corazón”, 1989 Casa de la Cultura; “La actitud del fuego”, 1994 Ediciones de Los Lunes Lima-Perú; “Algunas rosas verdes”, 1996 Ediciones del Sistema Nacional de Bibliotecas-Ecuador; “Espacio vacío”, 2001 Ediciones de la Línea Imaginaria, Casa de la Cultura Ecuatoriana; y en 2007, Ediciones “El Perro y la Rana”-Colección Poesía del Mundo-Venezuela; “Música Oscura”, Breve Antología Almería-España 2004, Colección Cuadernos de Caridemo; “Soy mi cuerpo”, LIBRESA-Ediciones de la Línea Imaginaria, 2006. Mantiene dos libros inéditos de poesía.
En 1996 con su libro “Algunas rosas verdes” recibió el Premio Nacional de Poesía “Jorge Carrera Andrade”.
Ha representado al Ecuador en los más importantes Encuentros Internacionales de Escritores en Colombia (Bogotá, Manizales, Montería, Medellín y Cali), Perú (Lima), Chile (Santiago e Isla Negra), Argentina (Buenos Aires y Rosario), España (Madrid y Granada), México (D.F. y Morelia), Brasil (Cuiabá-Mato Grosso y Sao Paulo) y Venezuela (Caracas, Delta Amacuro, Puerto Ordaz).
Su poesía se incluye en revistas especializadas como la de Casa de Poesía Silva y Puesto de Combate, Bogotá; Prometeo, Medellín; Hubbud magazine of poetry, Calapooya a literary review, y Eye-Rhime, todas revistas literarias de Oregon- USA; Clave, Cali-Colombia, Oficio, Monterrey, Aghula y la Banda Hispánica, Brasil. Varios de sus poemas han sido traducidos al hebreo, portugués, alemán e inglés.
Sus poemas han sido incluidos en las recientes antologías: Presencia de Grecia en la Poesía Hispanoamericana, Chile-Ediciones LOM; Antología Poética de las Mujeres en Hispanoamérica: Místicas, Pícaras y Rebeldes, México-2005; La Voz de Eros, Dos Siglos de Poesía Escrita por Mujeres en el Ecuador, TRAMA 2006; Vigencia del Epigrama, Antología de Héctor Carreto-México 2006.

  • POEMAS


MÚSICA JAPONESA


¡Ah! de las horribles pasiones que recorren mi cuerpo
insoportables cuando los ojos de otros miran

Sé que voy
hacia el despeñadero de cuerpos desconocidos
que aman y emocionan

Señor, no me abandones en arenas
de almas en movimiento
soy tuya
camino descalza y pulcra en mitad del desierto
preparada para el goce o la muerte

Más allá de esta seducción
guía mis pasos en el amor.



POEMA DE CAVAFIS


Despacio
sueltas tu calor
Tu lengua
ejerce la función
para la que fue creada
y cumples con el acto
de volverme animal sensible
tan parecido
al poema infinito
que escribiera Cavafis



VIRILVIDRIO


Aún hierve el vidrio
en mi boca
la lengua indefensa
te busca
cristal fatídico

Destrozaste
mis labios
transparencia sin reemplazo.



VENTANA


Todo en tu mente
es el cuerpo me dice Robert Creeley

La piel campo de batalla
los ojos un bosque extenso
y a partir del sentimiento una punzada
al corazón de cuando niña

La serpiente de la enfermedad
rasgando tus tejidos

Las costillas desdoblándose para escribir
sobre plantas e hijas bienamadas

Felicidad alcanzada por instantes
Con forma de un hombre de manos tibias
que retiene tus senos como pájaros blancos

Un río místico
ancho imantado y turbio que llega a ser etéreo
intentando salvarte a ti misma
pero regresa a tu cuerpo que es tu mente
y a partir de allí construye tu vejez en ese río.



TRAMPA


Me desbordo adentro

De mi piel al infinito de mí

Caigo en el centro más escondido

Yo misma internándome en mí
en los canales del corazón villano
trampa
donde un viento rojo
sopla fuerte hacia la condena.

jueves, 21 de junio de 2007

CRISTÓBAL ZAPATA





Menciona a:

Francisco Granizo

Roy Sigüenza

Iván Carvajal

Javier Ponce

Alexis Naranjo

Galo Alfredo Torres

César Molina


Cristóbal Zapata (Cuenca, Ecuador, 1968). Ha publicado los libros de poesía Corona de cuerpos (1992), Te perderá la carne (1999), Baja noche (2000) y No hay naves para Lesbos (2004), y el cuarteto narrativo El pan y la carne (2007). Ha editado la antología de relatos de Huilo Ruales Hualca Historias de la ciudad prohibida (1997) y la poesía reunida de Roy Sigüenza Abrazadero y otros lugares (2006), ediciones precedidas de exhaustivos estudios introductorios. Es además autor de numerosos ensayos sobre arte y literatura, y curador importantes exhibiciones dedicadas a artistas ecuatorianos. Actualmente se desempeña como coordinador académico del Certamen de Poesía Hispanoamericana “Festival de la Lira”, y director de Proceso/Arte Contemporáneo, galería de la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay. Reside en Cuenca.



  • POÉTICA


(minúscula poética)
Entiendo la poesía como epifanía: ese momento privilegiado en que la realidad levanta su velo y hace visible su secreto, su verdad recóndita; ese instante siempre repentino e inesperado cuando el telón del mundo se pliega para revelarnos lo otro, lo sagrado y numinoso, todo aquello que la escritura redime de su anonimato y fugacidad concediéndole una belleza duradera. Por principio el poeta esta llamado a capturar estos momentos –como bien lo sabía y quería Joyce-, y esa manifestación para mi es primordialmente visual. Entonces en la visión, en la imagen está el punto de partida de mi poesía, y pienso que las imágenes vienen envueltas en su propio tempo, en su propio ritmo. No en vano, en griego “epifanía” significa aproximadamente: “el amanecer de la luz del día”, más que una acepción una imagen, la imagen que al anunciarlo inaugura el poema.



  • POEMAS



LECCIÓN DE ASTRONOMÍA

Sobre el rostro de la madre
con la punta del dedo
la hija traza las constelaciones:
del mentón a la frente,
del pelo a la boca
dibuja Orión, la Cruz del Sur
la Osa Mayor.
En la cara amada el padre lee
una noche de cifras
una mañana de estrellas.

(inédito)



GEODESIA

Tan pronto la memoria
empieza a recordar
el cuerpo recién amado
como si apenas volviese del amor
ya fuera visión, o sueño, o sombra.
Del tuyo me queda
la curva negra de tu frente
la suave estribación de tus costillas
la cordillera ósea de tu espalda
la cavidad salina de tu vientre.
Me queda también
la línea azul que has dibujado en tu cintura
como aquella otra
que imaginaron los geodésicos
para dividir el mundo en dos.
Pongo mi mano sobre tu línea
y la Tierra es mía.

(de No hay naves para Lesbos)



STONE

El gesto dura unos segundos
(destello y obturación de la luz)
Sharon desmonta
para volver a montar
su pierna brillante de seda
sobre la otra, briosa de sed.
Pero en ese centelleo del aire
en esa ráfaga de tiempo,
desnuda debajo de su falda diminuta,
ha dejado entrever el bosque
y la noche,
la misteriosa piedra revelada
sobre la que los hombres edificarán su templo.

(de Te perderá la carne)



AQUÍ REINA UNA EMBRIAGUEZ MUY GRANDE


Aquí reina una embriaguez muy grande,
una locura del porte del mundo.
Cuando cae la tarde del páramo
o el sol imperial,
brindamos copitas de sake
o hirvientes traguitos de caña,
para olvidar la razón.
Vamos a hacerlo otra vez:
Yo soy Kichi San, tú Sada.
Esta vez nos estrangularemos de veras
sin más preámbulos ni simulacros.
¿Quién algún día osó llamar decadente a nuestro imperio?
Come de mi sexo
despacio, despacio.
Aprieta mi cuello
lentamente, lentamente.

(de Baja noche)

miércoles, 6 de junio de 2007

FERNANDO CAZÓN VERA




Nacido en 1935. Graduado de bachiller en el colegio Vicente Rocafuerte. Ha sido periodista profesional desde hace más de cuarenta años: Editor de varios periódicos y subdirector de dos revistas. En la actualidad es columnista de los diarios Expreso y Extra, de Guayaquil. Comenzó a publicar su obra literaria a partir de los años cincuenta. Es autor de algunos libros de poesía. Sus títulos son: Las canciones salvadas, El enviado, El extraño, La misa, La guitarra rota, Poemas comprometidos, El hijo pródigo, El libro de las paradojas, Este pequeño mundo, Cuando el río suena, A fuego lento, Este amor también llamado muerte, Del amor solamente, El cuento del gallo pelón (poesía infantil),Relevo de prueba y La sombra degollada. Ha recibido varios premios en concursos de poesía: En 1952 y 1953, ganó los Juego Florales Vicentinos; en 1954, el Festival Universitario de las Letras; en 1966, el Primer Concurso Nacional de Poema Mural; en 1976, el Premio Unico de Poesía en el Concurso Nacional de Literatura convocado por la Universidad Central con motivo de su Sesquicentenario. Ganó en España el premio "Conrado Blanco". El Municipio de Guayaquil lo condecoró por dos oportunidades con la presea de oro "Al Mérito Literario". Recibió la Lira Poética de la Asociación de Periodistas Guayaquil. La Matriz de la Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó una extensa antología su Obra Poética (1958- 2000), en la colección "Poesía Junta", que incluye a los poetas contemporáneos más notable del Ecuador que han publicado obra lírica luego de la generación "Madrugada", es decir desde comienzos de los años cincuenta. Fue Presidente del Núcleo del Guayas de la Casa de la Cultura por dos oportunidades.Profesor universitario durante 15 años, en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil y en la Universidad de Espécialidades Espíritu Santo. Ha dictado cursos de Literartura en la Universidad Estatal de Guayaquil. Han participado en encuentros culturales, como invitado y expositor, en México, La Habana, Medellín y Caracas.




  • POÉTICA


La Poesía, fundamento de todas las artes y matriz de todos los géneros literarios, es una actitud innata en el ser humano y una forma de transmisión, más que de comunicación, entre quienes intentan ser "profesionalmente" poetas. Se han escrito, a manera de tentativa, muchos conceptos que la determinen, pero por su misma sustancia irracional es difícil fijarla en una definitiva conceptualización. Simplemente nos queda decir, en el plano comparativo, que mientras la narrativa busca la sensibilidad o la magia a través del intelecto, la poesía busca el intelecto a través de la magia.

  • POEMAS

Manicomio

Los locos se graduaron,

de Napoléon el uno,

la más bella de Ofelia

y el orate mayor

llegó a ser general

después de derrotar

a sus molinos.

El más humilde

se graduó de perro.

Otro llegó a ser nube

para poder besar

a la jirafa.

Pero, cosa tan rara,

habiéndolo podido,

nadie quiso ser Dios.

........

Evaluación

Dolor de cada día

dime en qué parte de la vida estamos

a qué distancia de los dos extremos

cuánto de polvo próximo y lejano,

cuándo seremos otra vez los mismo,

los otros, los extraños,

que éramos cuando fuimos diferentes.

..............

El vino del amor

Este jarro que guardo para beber mis vinos

te sabe amar, a veces, en mi boca mojada.

Eres una sed buena y yo llego hasta el fondo

de este jarro de arcilla que me deja embriagado.

De qué uvas naciste, que climas te formaron,

deseo de amor viejo, dulce vino guardado.

Cada noche me sabes a sabor diferente

y mis labios te beben hasta el último trago.

Ah, si yo hubiese sido de la fértil campiña,

el que exprime las uvas y convierte las aguas,

con mis manos de duro labrador yo te haría

para cada cosecha de la forma que quiero.

Pero yo sólo bebo en mi jarro de arcilla

y tú sólo me embriagas para que no te olvide.

Qué feliz es la vida con un poco de vino

que como una mujer nos enciende los labios.

...................

Fortuito encuentro

Y cara a cara me encontré con ella

como en un "vis a vis" inesperado,

creo que llevaba un rostro diferente

que por una emergencia le prestaron

y un cuerpo hecho a medida de mi cuerpo y una mirada que no supo dónde

poner. Una mirada tan siniestra.

Pero que nos reconocimos está claro

y como dicen que el que calla otorga

pues yo no dije que esta boca es mía

y ella rompió el silencio preguntando por el crimen que juntos cometimos,

también por el cadáver, por supuesto,

pues que si aquí lo puse no lo encuentro

y allí le contesté que en un crepúsculo

basé yo mi estratégica coartada

y ella me preguntó por mi familia, por el sobrino crápula y el tío

que vivió de "cuentero" hasta esa noche

en que se suicidó por una arpía

y yo le pregunté, como en revancha,

por su quinto marido, el industrioso,

que hizo quebrar su fábrica de hielo

(una quiebra ficticia) con un fósforo;

y por su padre que cambió de sexo

para ejercer la profesión más vieja

y por su madre que colgó los hábitos

al cerrar su burdel. Y se hizo pía.

Y por su hermano, el incestuoso. En fin,

fueron gratos recuerdos de familia.

Después nos despedimos con un beso

que ya se lo quisiera el mismo Judas.

Ella siguió de largo. Era la misma

que me indujo a estafar a tanta gente.

Muy poco había cambiado.

No tenía ya los colmillos de una vampiresa.

De mi ojo izquierdo se rodó una lágrima

digna de un cocodrilo. Eso fue todo.

...........

viernes, 27 de abril de 2007

FERNANDO NIETO CADENA



Menciona a:
Alfredo Gangotena
César Dávila Andrade
Francisco Tobar García
Carlos Eduardo Jaramillo
Antonio Preciado
Agustín Vulgarín
Julio Pazos

Fernando Nieto Cadena (Guayaquil, Ecuador, 1947). Resido en México desde 1978. He publicado un solo libro de cuentos, Si quieren los vuelvo a escribir, 1971, y los de poesía Tanteos de ciego al mediodía, 1971; A la muerte a la muerte a la muerte, 1973, De buenas a primeras, 1976; Somos asunto de muchísimas personas, 1985; Los des(en)tierros del caminante, 1988; De última hora, 2003, y Duro con ella, antología, 2003. ¨


  • POÉTICA

MI HEPTAMERÓN ENSIMISMADO (algo así como poética)

1. Todo lo que escribo es sólo una posdata para mi antibiografía. Redoblo el esfuerzo para no derrotarme en esta guerra a muerte que es la vida. De vez en cuando me sorprendo con la guardia baja, me lanzo contra las cuerdas, me pongo a descubierto para cobrarme una a una las palmadas al hombro con que dejé caer el tiempo.

2. Debo someter a las palabras, no permitir que se evaporen en el libre mercado de las exploraciones hiperbatónicas ni que se desquicien con tristes desgaires semántico-ideológicos. Que no me tiemble el pulso para ponerlas en su lugar, para que expresen más allá de lo que su disfraz propone al mundo exterior. Todo lo que digan las palabras será usado en su contra. Ni más ni menos.

3. Porque mis tanteos de ciego a mediodía eran primerizos ofrecí que si quieren los vuelvo a escribir para que de buenas a primeras la consigna de a la muerte a la muerte a la muerte no signifique que sólo somos asunto de muchísimas personas. Tan es así que los des(en)tierros del caminante fueron de última hora una impertinente necesidad de no sucumbir a sus cantos sireneros. Duro con ella me dije, en tanto mi cadáver espera turno en la sala de un crematorio y nuevos silencios esperan fuera de lugar porque en el tren de mi ausencia me voy . Los exilios han concluido.

4. Después de todo, para tranquilidad de mis amigos que aman la patria por sobre todas las cosas, debo reconocer que eso de la guayaquileñidad para mí es un estado de ánimo más que un pernicioso regionalismo. Hablo de estado de ánimo de la misma manera como el inefable Gabo habla de que Macondo más que un lugar es un estado de ánimo. Ni más ni menos.

5. Alguna vez en mi precaria irresponsable insobornable patibularia renecia premonición de poeta en ciernes, una mujer se dio el lujo de vaticinarme este oficio de pesadumbres. También un amigo lo hizo después de un partido de fulbito en media calle entre autos, carretillas y bicicletas que imprudentes se cruzaban justo cuando estaba -al fin- por anotar mi primer gran gol de toda mi vida. Ella y él, cada uno por su sombrita se fue con su pres-pres a cuestas. Ella buscó la puerta falsa que tanto deplora el reportero de crónica roja. A él le cruzaron el pecho de arriba abajo con una daga nerviosa que solita se abrió camino hasta llegar a las intimidades estomacales. Alguna vez debía decirles que tuvieron razón al verme cara de poeta.

6. La vida siempre será mucho más importante que la escritura.

7. Los escritores nos dedicamos a soñar al mundo porque no lo podemos transformar.

Ciudad del Carmen – Villahermosa, 2006/2007.

  • POEMAS

de PRIMEROS ADIOSES /2007/
(fragmentos)

Reinicio mi telebobela en punto de ebullición sin personajes
edito premoniciones de llanto imprimo texturas zodiacales nombres supuestos
redundo secuencias sin leit motiv a la vista
me persuado me ratifico estar vivo es lo de menos
a duras durísimas penas me contagio me asumo persona virtual casi surreal y no
me avergüenzo
no me da pena escribir
es mi camino hacia los abismos de la felicidad de donde no pienso regresar
ya lo sé
la pretensión de ser feliz es una obsesión insana delirante por eso mismo
Algún día eso que llaman vida se encontrará conmigo
tal vez le ofrezca mi epitafio como carmen perpetuum
tal vez yo mismo me mande un sobre correo certificado contándome la mala nueva de no estar en la lista de espera como cadáver moratorio
cuando me encuentre -digo- cuando la vida tropiece con mi sombra con la mismísima miedad de mi alter ego imaginario
¡vamos poeta! ¿de cuándo acá tan importante como para tener múltiples egos?
después de todo no es muy benéfico estar siempre aburriéndose consigo mismo
en fin
sólo cuando escribo vuelvo a la realidad a mi notredad de nuestros otros nosotros
cuando eso que por ahora llamo vida me encuentre la única certeza a mi favor es
que la estoy viviendo



Yo que de ninguna manera justifico mis simulacros de muerto feliz a la hora de las
recriminaciones
ni me sacudo los malabares chinescos de una deficiente percepción miopoide de
esto que sólo por no ser quisquilloso afirmo es el mundo la vida la otredad de los arcanos
siempre estoy de regreso de algunos tiempos cosmogónicos y ausentes
de preferencia incómodos raros conflictivos
estoy como si no estuviera en lista de crujideras enviudadas antes de tiempo
La verdad ya no me sale ni me queda bien el optimismo
después de tan poco y nada
me congratulo de mí de mi pronombre del in memoriam aún sin malograr
Mi buena opinión
mi sarcófago de difunto en trance de oraculizarlo todo
el vaticinio de mi pesadumbre en sordina tras los corcoveos con una antigua
compañera de tertulias para desconciliarme con este lunes
/a estas horas ya regresaron todos del recinto mortuorio y yo me mantuve fiel a mi
consigna de nunca ir a velorios ni entierros
seguro voy a tener noticias actualizadas
chismes frescos de esos que ayudan a entretener al silencio la congoja el desaliento/
Cómo son las cosas dice mi amiga al filosofar tras la ventana del motel
tanta profusa intelección tanto juicio común tanto pensamiento premágico me
desconcierta incide en lo más pueril de mi presunta íconoclastia
ah diablos ¡hombre! pues sí
bajo la voz para no escucharme el consejo de rigor el cuídate mucho el dios te
bendiga
y me niego sin esperar el tercer canto del gallo que olvidó el reloj en la última cena
y me concedo la gracia el beneficio de mi duda
y ora sí cabrones conmino a mis egos
Era una vez de tantas veces que dormité sin sueño entre naufragios y lastres de
pesadillas
una vez me leí el viejo cuento del cuento que cuento para reconstruir mis yo en el
espejo
fue demasiado tarde otra vez fue demasiado tarde
el citatorio nunca llegó a mis manos
Me despedí sin esperar el final de la postrera ronda de los adioses
Lo que escribo perdón lo que estoy escribiendo es sólo mi pre-epitafio



Las letras muertas de un advenedizo escritor impaciente porque la fama no lo toma
en cuenta
el leve rubor de una adolescente al descubrir que las caricias suben de tono después
del primer beso
regreso a la biografía de Baudelaire según Mario Campaña,
leo en la página 94 La belleza absoluta y eterna no existe
recuerdo una de sus enseñanzas hay que apresurarse con lentitud… para escribir rápidamente hace falta haber pensado mucho
Vuelvo a llamarme al orden precisamente siguiendo anotaciones baudelarianas
pienso reflexiono sobre la cultura artística tabasqueña
en general el arte está demasiado cargado de ayeres
la literatura no tiene proyectos para dinamitar el futuro
los diletantes siguen con las anecdóticas añoranzas de envejecidas vanguardias
Sucede sólo sucede que nos estamos acostumbrando a la costumbre de morir
sucede que me repito más de lo necesario
reincido en mis amnesias zodiacales en mis afasias oraculizadoras
camino descaminando sombras piélagos desiertos páramos costeros
busco reposo a la orilla de mis personales precipicios egotistas
cuento sin término sumo fracasos y me sumo me zambullo pues me descontinúo
Sé que no es el mejor momento para intentar un inventario a medianoche
intento otro acercamiento a las realidades cotidianas de la sociedad
la despenalización del aborto provoca diarreas mentales en la jerarquía clerical
apoteosis de Gabo durante el congreso de los gramáticos senectos de la Academia
la narco-cotidianidad se mide con la dosis diaria de ajusticiados inamovible
los Olmecas sin que sea ninguna noticia pierden la serie
debo estar listo para comprar la edición conmemorativa de Cien años de soledad
el tonto del pueblo comenta que se aburrió con la novela
sólo llegó al año 23
no se confundió con el libro Mi siglo de Günter Grass
Me percato que he devenido en desescritor cultista de obviedades perogrullescas
mis tiempos de insomnio no se los envidio a nadie
mis tiempos siempre son estos
irremediable
empecinadamente


de EN EL TREN DE MI AUSENCIA ME VOY /2006/
(fragmentos)

Si lo que dice la sabia filosofía argentina veinte años no es nada yo que me
acerco peligrosamente a los sesenta años ¿soy tres veces nada tres veces nonato?
tal vez por eso mi bipolaridad visual no se acostumbra a los lentes bifocales y debo
cambiar de espejuelos según lo requiera leer con mi cansada vista de tanto no haber visto lo que siempre quise ver
no pierdo la esperanza de verme ansinamente ansí como dirían los antiguos lectores
de los primeros libros elaborados por el primer imprentero mundial
y no es así hoy que el vértigo altazoriano me descubre la desintegración del
hablante por culpa del silencio del lenguaje incapaz de expresar mi documentada evasión de la muerte a través de la vida
¡hombre! vienes con las filosas neuronas filosofales en ristre
mejor discútete unas chelas vaya manera de resolver depres a destajo
y me quedo otra vez de nuevo con la duda de si será o no será esta época la nueva
edad media que los agoreros oráculos de apocalípticos contertulios alrededor de una mesa bohemia pronostican recetando hecatombes catástrofes cataclismos y otros anticataplasmas humanicidas como herencia de humanoides descerebrados
Sea por diez y por mil pero nunca cien mil
y van de retro los enjundiosos himnos epitalámicos en homenaje al divorcio a la
infidelidad como bella arte amatoria
sea pues sea y nos amanecemos
sea por diez diosecitos diositos santos diezmados en las cavernas idolátricas
La nueva arcaica canción del exilio del destierro del ostracismo
Acotación impertinente prescindible <> ostracismo no es feligresita mía como
quisieras suponer un temblor de ostras y ostiones en los parnasos congaleros
aunque lo de congaleros de alguna manera se relaciona con eros no es el erotismo
de la conga lo que se connota en pos de una aviesa aleve artera obstaculización de una lectura fácil por parte de un lector dispuesto a la comodidad de lo correctamente inteligible de primera mano
o sea aires que van y vienen de lo pedante y cursi y viceversa
ni en mis peores momentos el estro me traicionó con tan poca sutil inconsciencia
Pero volvamos vuelvo sin capas truhanescas de plurales mayestáticos
vuelvo a lo que estaba diciendo del ostracismo y sus hermanos de expulsión
sólo que ya se me olvidó y digo basta para volver a andar
Por lo pronto reconfirmo mis peyorativas prevenciones
estas peregrinas fiestas de carnestolendas tienen tufo a mierda mercantil



para Bertha Ferrer

Y empiezo desde cero como debe empezarse cada verso para mantener la
unidad semántico-fónica como enseñan los manuales de la expresión poética
reincido en mi obsesiva relectura joyceana en búsqueda de nuevos argumentos
debo racionalizar aquello de que la literatura es la única forma de exilio honesta
para el escritor
subrayo mi absoluta dependencia de la obra y pensamiento de Joyce
sobre todo ahora que pienso ¿por qué tanta nostalgia de mi ciudad?
Alguien tal vez Lacan pueda decir que esa nostalgia es sólo una coartada para no
comprometerme con la ciudad donde vivo
no es tan mecánica la vaina no es tan así oh de mi patria tricolor harapo no es así
los semiólogos dicen que el exilio es necesario para sub-sistir con-sistir ex-sistir
y puesto que desperté tediosamente filibustero teorizador de obviedades me percato
que la literatura es sólo un amasijo de palabras embarradas de palabras
Una amiga hace poco me preguntó qué es para ti la poesía
por lo pronto -le adelanté- me sirvió para asumir mi condición de francotirador de
aguafiestas de impertinente trasgresor para poder declarar mi muy particular guerra a muerte a la mediocridad cobarde de los social-política-estéticamente correctos
Tal vez mi pretensión suene a vanidosa falsa modestia
por eso repito algo leído en una revista de quién sabe dónde
ahora trato de hacerlo pasar como mío con mis supuestas propias palabras no busco
que se entienda lo que escribo sino que se sienta el placer con que escribo
El territorio fugaz y trivial de la existencia es el espacio de la cotidianidad
ese es mi único país
sin fronteras sin límites
la patria posible de todo escritor
más allá del lenguaje y su mala costumbre de dormirse justo en la plenitud del
combate con la vida


de NUEVOS SILENCIOS /2005/
(fragmentos)


Alguien se conmueve por el buen uso de los paréntesis de un poeta
lo chévere es que lo dice en serio sin aguafiestas ánimo irónico
A veces soy yo quien se pregunta cómo se puede llamar a eso crítica
cómo se puede publicar impunemente un adefesio así
Alguien se felicita por ser fan de un poeta que utiliza admirablemente las comillas
otro se conturba con el sabio manejo de los desaprensivos guiones
Me sigo cuestionando si eso es crítica yo podría escandir el recurso de los
pronominales líricos como si se tratara de pantaletas en desuso tras la pausa menstrual de una ferviente dispensadora de membresías parnasianas
Alguien lee por sobre mi hombro izquierdo lo que desescribo con la mano derecha
otro festeja los tachones sin escribir de mi página en blanco

Los vaticinios sobre mi pasado se cumplen a perpetuidad
la tristeza es mi disfraz para esconderme de mí
persigo sombras siluetas imposibles
atisbos voces fantasmagóricas con ellas charlo a contra vía de mis palabras
me desamparo me olvido de mis otros yo comunicativos
presiono off y no funciona la estrategia no salgo de mis andariveles
esquicio mi nombre mi apellido
me encadeno de nueva cuenta y pienso así está bien
Por el rumbo de mis tumbas me vienen a decir
recoge mhijo que te vas
cuando yo saldré de esta prisión si sigo aquí enloqueceré
las tumbas son pa los muertos de muerto no tengo na
las tumbas son crucifixión monotonía cruel dolor
ya te dije preso humilde que te vas
Discontinuo discurso el mío
retorizamientos al por mayor lo demás es literatura
si escribo retoricismos ¿cambia sustancialmente la sustancia de lo que digo?
disperso vocablos
redescodifico la codificante codificación de códigos
¿alguien me podrá ayudar con esta vaina con este discurrir por los portones inter-
intra-polisémicos?
Tumbaleleo con tumbas congas timbales
de esta pesadilla no salgo por piernas ni me zafo de la maldita maldición gitana
catapún chin catapún viva Changó la reina del guaguancó
la ruin verdad es que no me merezco tanto
no me sirvo ni para un mandado
la gente de bien tiene razón para qué poetas en tiempos tan poco poetizables
¿seguro poeta? ¿poco poetizables? ¿no será al revés? ¿a la bis conversa?
no te muerdas la lengua cabrón no te desdigas ni rehuyas tus falacias de ayer
Ahora resulta que devine un cuestionador intransigente de mis elucubraciones
ahora debo ponerme parches pragmáticos para justificar mi supervivencia en estos
tiempos coño en estos seniles tiempos aturdidos ya de tanto calendario de tanto cronograma de tanta solemnidad venida a menos
Veamos
me disfrazo de triste para no reconciliarme conmigo
¿será posible que nunca abandoné mi perversa polimorfa condición de extranjero
de mí mismo?

sábado, 14 de abril de 2007

VICENTE ROBALINO



























Menciona a:
Roy Sigüenza
Cristóbal Zapata
Ángel Emilio Hidalgo
Juan José Rodríguez
Ernesto Carrión


Ibarra, 1960. Estudios de Derecho en la Universidad Central de Quito, doctorado en Literatura en la Universidad Católica de Quito, Maestría en Literatura Iberoamericana en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue integrante de los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, coordinados por Miguel Donoso Pareja, en Quito, en los años 80. Ha publicado los poemarios Póngase de una vez en desacuerdo (1990), Sobre la hierba el día (2001) y Cuando el cuerpo se desprende del alba (2006).

  • POÉTICA

A MANERA DE RECONOCIMIENTO

Creo que descubrí la poesía cuando tenía cinco o seis años y escuchaba a mi tía, una lectora empedernida, recitar un poema de Darío, “Los motivos del Lobo” y de ese poema mi tía hacía una historia en torno a la figura de San Francisco y me la contaba. Ella me decía que San Francisco aún vivía en una aldea y que casi no comía y que se vestía muy pobremente. También ella, en una noche terriblemente oscura, como son las noches en mi pueblo, señaló con el dedo el cielo y me dijo, que allí vivía Dios y que él veía todo lo que yo estaba haciendo.
En la escuela volvió a aparecer la poesía, pues una de las profesoras me enseñó a declamar, inmensos poemas patrióticos, como uno dedicado a Bolívar. En la secundaria escribí un soneto, por encargo, porque un hermano mío necesitaba pasar el curso , no recuerdo el texto de este soneto. Aquí conocí la narrativa de Borges, la de García Márquez y la del Rulfo. Recuerdo que leí “El hombre de la esquina rosada”, que no lo entendía, me parecía muy violento, casí lo leía como un cuento policial; mientras que Pedro Páramo era para mí un mundo muy extraño, igual que Cien años de soledad, creo que en esta época, leí a estos escritores más por obligación que por convicción.
En la Universidad estudié Derecho, porque mi padre me decía que era indispensable tener un abogado en casa, pues mis once hermanos restantes tenían diversas profesiones y sólo faltaba un abogado- Aunque la teoría del Derecho me ayudó a conocer la condición humana, la práctica me parecía denigrante, entonces la decepción de esta carrera llegó pronto. Después vino una etapa muy importante para mi formación como escritor: mi vinculación a los talleres literarios, coordinados por Miguel Donoso Pareja. De Donoso Pareja aprendí a reconocer la escritura como un oficio que exige una entrega total; a perderle el respeto a la solemnidad del lenguaje; y, descubrir, en mi creación, el humor. Precisamente, el resultado de mi paso por los talleres es mi primer libro de poesía, Póngase de una vez en desacuerdo (1990). Concluidos los talleres empecé a sentir cansancio por la ironía, y por la llamada antipoesía porque descubría, muy fácilmente su mecanismo. Entonces, empecé a leer a otros autores ,que nada o muy poco tenían que ver con el humor, como Eugenio Montale, Cesare Pavese, Saint John Perse, Yorgos Seferis,Constantino P. Cavafis T. S. Eliot y Salvatore Quasimodo. Estos autores me devolvieron, poco a poco, la confianza en la poesía lírica y me acercaron a los motivos de Dios, la soledad, la muerte, el tiempo que están presentes en mi segundo poemario, Sobre la hierba el día (2001). Además, debo mencionar, en esta etapa de mi creación, las lecturas que hice de Jorge Guillén y de Luis Cernuda. De ellos aprendí a incorporar en mi poesía el silencio como un elemento constructivo de reconocimiento de mi yo individual y del otro como copartícipe del acto creador. Mi tercer poemario (Cuando el cuerpo se despierta del alba (2006) es deudor de una poeta de la desolación, Alejandra Pizarnik y de un gran indagador de la condición humana, Ernesto Sábato. Ellos intensificaron en mí la percepción del silencio, no como recurso retórico, sino como elemento inseparable del acto creador. Ahora estoy escribiendo un cuarto poemario que aún se mantiene en la penumbra del querer decir.


EL QUERER DECIR Y LO DICHO

El poema no explica nada por sí mismo, aunque su construcción nos conduzca hacia la posibilidad del sentido, sentido que no se agota con la exploración lectora, por el contrario, siempre estamos volviendo, una y otra vez, a re-correr ese camino del lector. Así nos apropiamos, por instantes, de aquella musicalidad interior que emana de un querer decir, porque un poema va más allá de lo dicho, para convertirse en un eterno querer decir. Precisamente en ese futuro del querer decir se juega la vida el poeta como sujeto de ese deseo creador, pues está como Tántalo, en espera de la llegada de las palabras, para verlas partir, desaparecer de sus labios. Sólo de esa sed del querer decir brota el poema..
El querer decir del poema es también penumbra: espacio no revelado al que jamás entramos realmente, pero al que intentamos acercarnos como el señor K al castillo; sin embargo, nuestra imaginación sí llega hasta él, desde la intuición metafórica o desde la aliteración, la rima o el hipérbaton…

El poeta, si bien nos conduce hasta los umbrales de lo dicho, enseguida, nos devuelve a la sonoridad presentida de una “postrera/sombra”, mientras que la contemplación del “blanco día” es sólo aspiración. El claroscuro acompaña al acto creador como un destino, una predestinación. De este espacio teñido de incertidumbre emerge el poema en toda su plenitud. Asimismo, el querer decir es silencio: silencio que lentamente se transfigura en lenguaje no revelado, es una presencia-ausencia que bordea el sentido hasta obligarlo a significar.
Si el acto creador es una lucha infernal entre el querer decir y lo dicho, la escritura como elección de vida es un espacio exento de restricciones y convenciones, donde sólo se puede llegar a crear cuando convertimos al acto creador en una necesidad, en un alimento diario. Fuera de la escritura no hay más que vacío o una realidad que, por sí misma, es pobre; en ella el ser humano ha sido convertido en una cosa, en un objeto..

  • POEMAS
*
Algún día vamos a subir
hasta la rama más alta.

El rumor de las hojas
despertará al cordero.



*
Nos ha dejado la noche
para que pesemos
la miseria de nuestros días
y envidiemos a los árboles
que viejos y deshabitados
aún sostienen el cielo


*
Un insecto camina
sobre una inmensa piedra.

Detenidos en la oquedad
tiempo y cielo implacables.

miércoles, 11 de abril de 2007

ÁNGEL EMILIO HIDALGO




Menciona a:
Javier Ponce
Roy Sigüenza
Vicente Robalino
Juan José Rodríguez

Guayaquil, 1973. Poeta e historiador. Licenciado en Ciencias Sociales y Políticas. Coeditor de Casa de las Iguanas (Revista Virtual de Poesía y Cultura) y Director de la Revista del Archivo Histórico del Guayas. Con su primer libro, Beberás de estas aguas, gana el Premio Nacional de Poesía “Ismael Pérez Pazmiño”, en 1996. Su segundo libro, El trazado del tiempo (Ediciones de la Línea Imaginaria-CCE, 2003), obtiene Mención de Honor en el Concurso Nacional de Literatura “M.I. Municipalidad de Guayaquil”, 2002. Coautor del libro de ensayo historiográfico Guayaquil al vaivén de la ría (Ediciones Libri Mundi, 2003). En el 2006 publicó, junto con Luis Carlos Mussó, Ernesto Carrión y Fabián Darío Mosquera, la muestra de poesía Porque nuestro es el exilio (Editorial Eskeletra). Está próximo a aparecer su poemario Libro del fuego.



  • POÉTICA

(BREVE CONFESIÓN) A MODO DE POÉTICA

La poesía es silencio que se decanta a voces. Las voces del mundo, incesantes, me conmueven. En el texto, la poesía es la forma alcanzada, con densidad, brillantez y eficacia. Busco su sombra y el silencio me escribe, allá afuera.



  • POEMAS


Vivo de la noche enarbolando sus ofrendas
vertiendo el agua hospitalaria de los cuencos
sobre las pieles húmedas
de edificios encendidos de pólvora y madeja.

La poesía es rumor brillante que viene del pasado
caracola que bruñe
el escarceo de la ola
pira que redime su natural presencia
eco y vorágine
que no apaga su luz
en los bordes infinitos del silencio.

(inédito)


***

las paredes tienen muros
los muros, rostros que asesinan formas
las formas, escrituras de cemento
en el cemento yacen los poetas

(inédito)


***

Todo lo que ves se hace perenne
se nutre del silencio de los cuerpos.

Todo tiene su música escondida:
los sueños
remotos hilos que se unen sin tocarse.
El tránsito del polvo
que silencioso estalla
bajo la piel del día.

Me acerco a los objetos
y ellos ven los rostros que se cruzan:
el ángulo y el punto
buscando el vacío más cercano.


***

A Óscar Castro, hermano

Alguna vez anduve entre los soles
visité viejas moradas
territorios escogidos por la luz.

Reconocí en los brazos los amigos
el perfil de los fuegos encendidos
el destello del vino en la mañana.

Pero la vida te espera en otras calles:
el rumbo de tus pasos
ya no es el mismo que abrazaste
debajo de la lluvia.

Solo el tiempo nos hizo comprender
que nada vuelve a ser estanque de agua clara.


***

Hasta aquí transitan las ciudades
el olor y el tedio de los caminantes.

Hasta aquí los límites del viento
la opacidad secreta de las formas.

Esperaba volver
recorrer los mantos grises de la noche
esa estera de prisiones nómadas
que son los puentes del suburbio.

Pero la soledad perenne
en todo gesto inacabado se acentúa.

Demasiado largo el camino hacia la noche.




domingo, 8 de abril de 2007

MARIO CAMPAÑA




Menciona a:
María Fernanda Espinosa
Fernando Balseca
Javier Ponce
Efraín Jara Idrovo


Guayaquil, 1959. Vive en Barcelona desde 1992. Sus últimas publicaciones son: Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (2007); Lugares (poesía, 2006); Aires de Ellicott City (poesía, 2006, primera edición Montevideo 2005); Baudelaire. Juego sin triunfos (ensayo biográfico, 2006); Para una tumba de Anatole, de Stéphane Mallarmé (traducción, 2005); Francisco de Quevedo, el hechizo del mundo (ensayo biográfico, 2003); Días largos y otros poemas (2003); Visiones de lo real en la poesía hispanoamericana (antología, 2001).




  • POÉTICA

El mayor patrimonio de un escritor es su libertad, que debería permitirle hacer lo que le dé la gana, con plena conciencia de lo que hace y por qué y para qué lo hace...¿Libertad frente a qué? a todo, especialmente frente a la lengua y las convenciones e instituciones literarias, y frente a sí mismo.



  • POEMAS

X

Quien levantar la mano quiera,
elevar la voz, que antes
alce la vista al cielo
y se conforme con las nubes,
con la franja plateada que ennoblece
el horizonte tenebroso
por su parte más baja.
Quien quiera hablarnos tanto
que lo deponga todo y abandone
de pe a pa su imperio
los límites de su reino.
Que hable sólo el que no tenga
o el que no quiera.
No más, nunca más.
El que no pueda volver
A su ejército y su atuendo.
Solo el desnudo que hable.

Y sea él quien entregue las flores
su absoluta ofrenda,
en las manos de los que empiezan a vivir.

Del libro Lugares



XXIV

Ah, si fuéramos como una catedral.
Si tuviéramos nervios firmemente trenzados
Unos a otros sosteniéndose, limpios
Y lisas, robustas columnas que no tiemblan
Y unos ojos de fuga que convoquen la luz
La conduzcan flotando y la eternicen

Si hubiera en nosotros un reclinatorio
Para el íntimo descanso, y un confesionario
Con un viejo sacerdote que escuchara:
A nosotros, que hablaríamos siempre resonando
Agitados, y a quienes nos buscan
Para aliviar sus constricciones

¡Si hubiera un oratorio para elevar los ruegos!
Si tuviéramos un altar para postrarnos,
para la consagración
De nuestros bienes más caros

Si en nuestras paredes hubiera vitrales
Y en ellos, proféticas, grabadas
Junto a las columnas pudiéramos leer
Escenas de nuestra caída y de nuestra salvación

Y desde lo alto nos contemplaran
Cuatro rosas luminosas y toda la genealogía
De nuestros mayores, señalándonos un camino
Trabajos de los meses, nuestros trabajos
Para la memoria y el perdón

Si conociéramos la clave del laberinto
Si alguien la hubiera cifrado en algún lugar
Y solo debiéramos encontrar el manuscrito
Extraviado entre las ruinas de la cripta
Pero accesible con esfuerzo

Si hubiera campanas en nosotros
Que desde la altura de unas torres resonaran
Por todo el horizonte, alegrándonos, alegrando

Es cierto que, si así fuéramos
Se habrían borrado los perfiles de los santos
Y habría naves desiertas y fríos confesionarios
Abandonados, y ángeles y arcángeles decapitados
Perdida su cabeza en gestas deleznables

Pero a cambio todo en nosotros
Se dirigiría hacia lo alto, y tendríamos, quizá
Una esperanza
Una promesa en forma de misterio propio
Que bien o mal duraría al menos el tiempo
De nuestra vida, y haría
Acaso, alguna vez, pensar a otros
En su propia
Salvación.


Del libro Lugares


XXVI

“–Ya que me has llamado, escúchame. Te voy a decir qué hacer,
hermano. Y hazme caso…
–...
–anda al cementerio y despídete de todos.
No olvides a nadie… Lleva sus bendiciones.
–...
–...y cuando llegues, sobre todo ten
cuidado con la gente.
no te metas en problemas. No discutas.
–...
–no le toques el culo a las mujeres.
no las mires de frente, a los ojos,
a los europeos no les gusta eso.
–...
–van a pensar que estás loco:
no les hables si no las conoces.
Y si las conoces,
haz como si no las conocieras.
–...
–olvídate de piropos, que se ofenden.
Y no las persigas en la calle,
o van a llamar a la policía.

–...

–...no te emborraches.
Trata De Casarte Con Alguien De Allá.

–...

–piensa: haz otra vida.
–...
–...
–...ya que has decidido irte, hermano…,
olvídate
de este país. Y si puedes,
no vuelvas.

–...”


Del libro Lugares

viernes, 6 de abril de 2007

FERNANDO BALSECA



Menciona a:
Jorge Enrique Adoum
Efraín Jara Hidrovo
Javier Ponce
Mario Campaña

Poeta, ensayista y catedrático universitario. En los setentas participó del colectivo Sicoseo de Guayaquil; en la década posterior integró el Taller de Literatura del Banco Central del Ecuador, Sucursal Guayaquil, que coordinó el escritor Miguel Donoso Pareja. Integra el Comité Editorial de la revista Kipus del Área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Quito. En poesía ha publicado Poesía: Cuchillería del fanfarrón (Guayaquil, 1981); Sol, abajo y frío (1985); De nuevo sol, abajo y frío (Quito, 1992); A medio decir (Quito, 2003). Cuento: Color de hormiga (Guayaquil, 1976). En 1991 publicó la antología de poesía ecuatoriana La palabra perdurable. Consta en las antologías: La novísima poesía latinoamericana (México, 1982); Palabras y contrastes: antología de la nueva poesía ecuatoriana (Cuenca, 1984); Posta poética (Quito, 1984); Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990) y La palabra perdurable (Quito, 1991). Recientemente obtuvo un Phd. en la Universidad del Estado de Nueva York, sede Stony Brook, con un trabajo sobre el modernismo ecuatoriano.


  • POÉTICA


A manera de poética:

De A medio decir (Quito, Seix Barral, 2003).



Escribo para borrar lo que he sido, no para dejar una señal,
sí para quitar de la ilusión de los mortales el afán de perdurar.
El lenguaje sólo brilla cuando procesa el desvanecimiento del ser.
Escribo para olvidar que una palabra sujeta a otra
en una asfixia del cuerpo que se deja vencer en el abismo.
La escritura no busca la divulgación ni ser registrada
en un catálogo de los libros que existirán al infinito.
Se escribe porque es el único medio de alejar la enfermedad.
Escribo en reciprocidad al don que me llega de tu boca
que me permite alcanzar la estrella más lejana,
capturar la presa anhelada a cientos de brazas de profundidad,
conseguir al menos un verso que descodifique tu trayecto
de flor única de animal aún no clasificado
de nube que guarda un temporal de beneficio
de aguas oceánicas de atmósfera que se sana en el ozono
de hembra que mora en el regalo del cuerpo y la palabra.
He dejado de borronear sobre el papel pero no he cesado de escribir.
Escribo porque, aunque digo que tú me das sentidos,
la noche avanza y sigue hueca como un hueco.


  • POEMAS



No el humo sino la cortina que ronda tus labios desgarra la razón.
Tampoco la noche de las cinco de la tarde.
Es que estás aquí en medio de la nieve que me quema,
inadvertida de la tormenta y con las ventanas siempre abiertas.
Bajo qué manta —qué destellos en la poca luz— seremos invisibles,
cómo paralizar el giro inesperado del objeto que rueda para siempre,
en qué recodo de arena acamparemos para fracasar sin proponérnoslo.
Acaso el sol sea el equilibrio que bien le haría a este paisaje
que nada tiene que ver con el reclamo por una geografía.
Desde tu habitación yo vi la ardilla correr con timidez exagerada,
atestigüé la floración de la ramita mucho antes de lo previsto,
sin siquiera medir el ángulo de entrada del último resplandor
me di cuenta de que anochecía más temprano y canté el suceso.
Nada me inmutó hasta que tu pecho se impuso en mi costado
con una frase exenta de previsión que me partió en múltiples pedazos:
un fragmento voló alto y de él no hay referencia en ningún rastreo,
otro me ha labrado un sordo escalofrío que tergiversa la serenidad.
Tu aparición conmemora sin remedio el trizamiento del ser.
Pero no es el humo sino la palabra que sale de tu boca
lo que completa el día, lo que hace palpitar la semilla.




La metrópolis se estremece porque andas tú por sus verandas
suelta a la manera de una hoja que levita desafiando toda ley.
Los viandantes se petrifican en su intento de archivar en una imagen
el continuo del tiempo que sustraes y que sólo tú congelas.
Los semáforos vacilan cuando altiva cruzas el paso peatonal
para comprobar que la comunicación sin engaño es imposible.
Los vendedores ofertan las mercancías a tu paso sin reconocer
que el otro día sobrepasaste el ámbito de la transacción humana.
Los jóvenes que te admiran necios ya redactan acrósticos,
composiciones líricas de esforzado ingenio —¡todo mediocre!—,
ignorantes de que te encaminas empecinadamente hacia un abismo
recién abierto para que ensayes el ejercicio de tu vuelo.
Los brigadistas saben por tus ojos que su lucha no fue en vano.
Declaro que esa ciudad es mi enemiga pues te retiene lejos de mí.



En el harén en que habito hay una esclava que altiva se me pone de rodillas y me deja entrar.
En el harén que controlo con diligencia una esclava se despoja de sí porque yo se lo ordeno.
En el harén que imagino anda una esclava que me aturde con sus pechos cada vez que entro en el sueño.
En el harén que he comprado se pasea una esclava que me cura los rasguños inferidos por otras mujeres.
En el harén que gobierno una esclava descalabra mis edictos y resoluciones con la magnitud de sus caderas.
En el harén que he formado protesta una esclava cuya desobediencia justifica que pida para ella el castigo capital.
En el harén que planeo habrá siempre una esclava sabia en hierbas que me llevarán de viaje por el desierto sin sentir sed.
En el harén en que estoy deambula una esclava que masajea mis muslos después de ofrendarme lo mejor de su lengua.
En el harén de mi propiedad no hay lugar para el reposo porque la vacación ha sido declarada premisa de toda temporada.
En el harén que diseño ha llegado la más hermosa hembra que no sabe qué hacer con la dorada paradoja del matrimonio.
En el harén que vigilo una esclava me quita el poco aire que me queda al formularme inquisiciones altaneras.
En el harén que me pertenece una esclava incitante se abrillanta los muslos como una hembra de caza.
En el harén que he creado una esclava al fin se rinde después de mi insistencia por enseñarle lo que nunca imaginó.
En el harén en que vivo hay sólo una mujer a la que me entrego como si yo fuera su esclavo.




Al contrario que yo
tú no has estado en Sacsaywaman preguntándote de dónde,
cómo vino a parar tanta piedra cincelada en paisaje con otra economía.
No has andado por las trochas de Cascol en busca de un haz de luz
para producir una emulsión en mi tumba cuando me quede mudo.
Tampoco te han visto entregada a la garúa en la rada de Cojímar.
Nunca te asomaste al acantilado del callejón sin salida de Sound Beach.
Mas cada vez que retorno a los espacios que para mí he descubierto
percibo que ya estuviste allí silenciosa, prefigurando
el tiempo del absoluto comienzo y de la inútil proposición del reencuentro.
Tampoco di contigo en un casa esquinera en Lacret y Pasaje Oeste
cuando aprendí un paso de son que salva al que ha perdido el ritmo.
Nunca consumí mi espera frente al número 2 de la calle Teodoredo
atisbando el segundo piso alto en busca de la silueta de la revelación.
No rondé por el barrio Centenario buscando que se desprendiera un aerolito.
No estuve contigo en la sala de los claustros en el alto Manhattan
ni en el zoco de Marraquech comprando un poco de rapé
para destaparme la nariz y deshacerme de la alergia al ácaro doméstico.
Nunca compartimos el tour en Leningrado Lisboa Melilla Praga Petra.
En mi puta vida degusté una sopa marinera en Cotocollao.
Jamás viviste allá o aquí: sólo una sombra irrumpiendo mi camino.
Pero algo inmemorial me dice que si Ptolomeo te hubiera conocido
ya hubiera encontrado para ti un preciso lugar en el sistema.

viernes, 30 de marzo de 2007

ROY SIGÜENZA





Menciona a:
Iván Carvajal
Jorge Martillo Monserrate
Cristóbal Zapata
Angel Emilio Hidalgo


Portovelo, 1958. Poeta y cronista. Es autor de los libros de poesía Cabeza quemada (1990), Tabla de mareas (1998), Ocúpate de la noche (2000), La hierba del cielo (2002), y Cuerpo ciego (2005), y de dos pequeñas publicaciones misceláneas, mezcla de crónica histórica y memoria personal: ¿Y vieron bailar el charlestón a la “Chiva” Marina? (1991), y Portovelenses S.A. (1999). Sus notas periodísticas y reportajes de viaje han aparecido principalmente en la prensa orense. Alterna su residencia entre Machala y Portovelo.
  • PÓETICA
ALGO MÁS

¿la poesía? Tengo un indicio: es la fuerza de la disolución de quien la escribe, que se establece como forma; es decir es una representación desinteresada de la energía de la vida, pero nunca frente a la muerte, sino con ella, en ella.
  • POEMAS
PASA UNA ESTRELLA CONGELANDO LA NOCHE

Pasa una estrella congelando la noche
En los escaparates baila el ojo del seductor
El tiempo tendido limpia escopetas
Para el libro abierto hay pescado seco
Como si puertas no hubiera hay sogas,
cuelgan ventanas para que el pie tenga asidero.
Oh brillante portada del mundo girando sin orden
en el labio del muerto
-el hijo navegando en llamas derretidas
sin saber de venas, crucigramas, íes perpetuas-.
Nada quedará de este vaso displicente
-las botellas congregadas aprendiendo del hambre
harán preguntas en platos nerviosos-.
Rota la foto donde se durmió el consuelo
¿Habrá castigo?



VISTA DE LA CIUDAD VENÉREA

hotelitos donde mueren los amantes después del sexo
jardines con pastos y forrajes para alimentar los animales
[del miedo
puertas como trampas para que las abra cualquier fugitivo
[de la sed
-un muelle tendido a lo largo de una playa de sangre-
esta ciudad tiene un objeto moral en la cabeza
como un enorme huevo de piojo

en sus calzadas puse mis pies y me he perdido



GRACIAS POR LA ROSA DEL MUNDO

[Luis Cernuda]

De pequeño ya me rebelaba
¿Qué vieron mis padres en mí?
¿Un traidor? No sé
No me importaba entonces
Yo hice de mí mismo un héroe
(nadie conocía mi cantar de gesta)
Solo, a tientas, perdido a veces
Con mi poca edad,
busqué y hallé otros cuerpos,
con los que me tendí y gocé
de la rosa desnuda del mundo.


LOS VIAJEROS

Leíamos en las estrías de la langosta
largas alusiones al paisaje:
lomas, como en las acuarelas japonesas
de la dinastía Qui, le decía señalándolas.
Eran ascensiones por donde venían
los rayos de sol a poner transparencias
-alas de agua seca, hojas del Árbol de Invierno-.
A lo lejos el gavilán hundía el pico
en el invierno espeso que traía la tarde
cuando ya nuestros pies iniciaban el vuelo.


CANTIGA

Para Jimmy Mendoza

Tal vez donde te encuentres está el mar –a veces parece que lo palpo. Lejos yace lo que la mente pule: la idea de un cuerpo sumergido como una flor antigua. Temo por ti y por mí –esa gaviota migrante entre lo que queda y perece-; pero el día no dura tanto como quiere el olvido: la noche a veces fosforece con las cosas que encuentra y trae para tu alegría.


martes, 27 de marzo de 2007

DAVID G. BARRETO






Menciona a:
Iván Carvajal
Javier Ponce
Alfonso Espinosa Andrade
César Eduardo Carrión

David G. Barreto (1976). Publicó su primer libro de poesía, La frágil resistencia (Paradiso Editores), en el 2006. En la actualidad realiza su doctorado en Literatura Hispánica en la University of Pennsylvania, en Philadelphia. Es Magíster en Literatura Hispánica por la University of Michigan, Ann Arbor, y Licenciado con Honores en Literatura y Filosofía por la Catholic University of America, en Washington, DC. Ha colaborado para el diario El Universo, diario Hoy, la agencia de noticias Reuters, y las revistas Diners, Crux y Kipus. Próximamente varios de sus ensayos serán publicados en las revistas Letras de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en Podium de la Universidad Espíritu Santo. Sus proyectos de investigación giran alrededor de nociones de ética y de estética en la poesía transatlántica contemporánea, así como de temas concernientes a la relación entre poesía, filosofía y política.

  • POESÍA


IMÁGENES DE DIOS

Desde Nietzsche, todos los filósofos
quieren ser poetas, todos envidian a los poetas

La Edad de los Poetas está completa

Alain Badiou, descontextualizado.


A través del espacio,
el cuerpo de la idea se posa como una sombra,
como un dintel de luz que no se agota
en la cercanía de la voz.

Y entonces,
en la materia del poema,
imágenes de dios:
toda sustancia infinita
que recorre tus nervios, tus huesos,
el universo de los sentidos.

(Inédito)



Cuando termine la hebra todo es distinto

El tiempo es un punto cavado en papel: los enterradores dejan palas, picos y azadones y ya es su puño cincel, cuchilla y pluma

para herir la tierra para abrir el mármol para hundir la letra

Pretendemos hilar el sentido con escasos trazos de luz:

Dioses de una mitología menor:

Nada fijo con la tinta permanece, nada fijo en el huso es infalible

Cuando termina la hebra ya todo es distinto




Abre y cierra el cuerpo el cerrojo de los nombres—

De súbito, en la boca de tu noche, un colibrí, que al igual que en el zoco el mercader hurga en lengua ajena la palabra a dar




Llegará el día, llegará,
y los muertos estallarán en muertos—
frágil responsorio sin testigo—
para la voz de granito urdiendo el hambre sin conciencia

(Elementales los rezos de los tristes,
soledad sin prisa, insostenible)

Y seremos hojas que del tierno mármol se desprenden
al llegar el día, cuando rompa el día—
derrumbe inédito del cuerpo sin respuesta
ni recuerdos, solo,
solamente,
solo




Y frente a ti el cuerpo
letra hueca insignificante

Y frente a ti sólo el cuerpo
remanso de lo bello a pesar de los vivos





En otro tiempo te amaba y era distinto
Hoy soy el mismo que te amaba ayer sin el recuerdo







Fue un apenas de luz nuestra última conversación
Huérfano de huesos—fue tu corta despedida
Como esta tarde, habitación de cenizas—comenté, ya sin alegría

(Selección de La frágil resistencia)

jueves, 15 de marzo de 2007

CÉSAR EDUARDO CARRIÓN




Menciona a:
Juan José Rodríguez

Luis Carlos Mussó

Ernesto Carrión

Angel Emilio Hidalgo

David G. Barreto


Quito, 1976. Es Magíster en Literatura y Licenciado en Comunicación y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y Magíster en Filología Hispánica por el Instituto de la Lengua Española del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Es profesor de la PUCE, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Sede Ecuador) y de la Universidad de las Américas (UDLA-Ecuador).
Ha sido miembro del comité editorial de la revista de ensayo y poesía País secreto. Ha publicado sus reseñas críticas y ensayos en la revista Letras de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en la revista Kipus. Ha colaborado en los principales periódicos de Quito como redactor y columnista invitado. Ha participado en encuentros literarios nacionales como ponente y organizador.
En diciembre de 2006, publicó Revés de luz, su primer poemario. En la actualidad, está preparando un extenso estudio sobre la poesía hermética de César Dávila Andrade.




  • POÉTICA

A manera de poética, dos poemas de Revés de Luz:


EL ÁRBOL

Pronuncias la sola palabra
árbol:
la savia hierve, la hojas supuran
canto
(canción vacía de tiempo,
tiempo de canto vacío,
vacío que canta tiempo).
En la raíz se agita la voz:
solamente un verso,
sólo una palabra…
Arremetes contra el papel,
y el bosque entero
calla.


REVÉS DE LUZ

Esta ventana:
un haz sin envés,
un revés de la luz atrapada
entre cuatro paredes
de agua,
un vértigo petrificado
sobre el dosel de la mirada,
un espejo sin azogue,
un abismo horizontal,
una palabra.




  • POEMAS


Uno

Llego al desierto preciso de aquel mediodía,
donde hervía mi sombra.
Multitudes de arena defienden la piedra desnuda.
Las huellas engendran mi polvo.
Cierro la boca, me muerdo la lengua
y sangra. Esta piedra
se disuelve entre los labios, no me deja recordar
el aroma que exhalaba. ¿Era saliva, era la sangre, era sudor?
Espero la canícula
sentado en otra piedra
como el que aguarda la llegada del silencio.


Dos

Como si no hubiera amanecido todavía suficiente,
gallos automáticos y eufóricos
prenden fuego,
tierra y aire
¡agua, incluso!
Y quiero dejar de decir estos nombres,
que apenas pronuncio.
Y quiero olvidar para siempre
la piedra desnuda. Y no quiero
ni la tierra ni el agua ni el aire ni el fuego.


Tres

La promesa del agua carcome el desierto,
aunque nubes más negras no cumplan
la tormenta que amenazan,
aunque mis palabras sean ruidos parecidos a la lluvia,
y no llueva.
Sobre la arena se precipitan estas miradas.
Y cae la lluvia
sobre otra piedra.


Cuatro

En el aire que deja la sangre,
edificios de fuego desplazan los cuerpos
de millares de bestias extintas,
de millares de piedras ajenas
de millares similares
a esta huella.


Cinco

Apedrea el ventanal de tu casa.
Lanza la ropa que apesta a difunto.
Desgarra las heridas de los muros.
Arroja a la calle la cal y el cemento.
Si no encuentras la piedra de entonces,
arroja tu cama, el sillón o la mesa.
Incinera tu casa. Repatria tu huella.
Destroza esta misma ventana.
Sé tú la primera piedra.
Que sea una piedra
y no el abismo,
el cristal definitivo.




de Apuntes para un exordio

lunes, 12 de marzo de 2007

LUIS CARLOS MUSSÓ


Menciona a:
Javier Ponce
Galo Torres
Bruno Sáenz
Ernesto Carrión
Fernando Nieto Cadena


Guayaquil, 1970. Se licenció en Letras en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Ha publicado El libro del sosiego (1997), Y el sol no es nombrado (2000), Propagación de la noche (2000), Tiniebla de esplendor (2006). Su trabajo está en varios libros colectivos, como Aldea Poética (Madrid, 1997), Porque nuestro es el exilio (Quito, 2006) y 18 poetas latinoamericanos (Lima, 2006) y también en revistas como Letras del Ecuador (Quito) y Alhucema (Granada). Ha sido en tres oportunidades Premio Nacional de Poesía (Bienal de Cuenca/ 1999, César Dávila Andrade/ 2000 y Jorge Carrera Andrade/ 2006) y finalista en el Premio Adonais (Editorial Rialp-Madrid, 2000). Consta en antologías de Latinoamérica y España (en castellano) e Israel (en hebreo) y en publicaciones virtuales varias. Ha participado en varios encuentros de Literatura –con crítica y creación- dentro y fuera de su país. Se dedica a la cátedra y colabora en publicaciones con artículos y comentarios bibliográficos (destaca Entre el silencio amenazado y una luz por labrar, sobre la obra de Paco Tobar García, editado por la CCE en 2005).
  • POÉTICA


Concepción de la poesía

Borges nos dice que al final de todo, quedan las palabras. Orfebre que busca la aleación exacta, el poeta no olvida la máscara, el abismo ni los mecanismos de la putrefacción. Novalis toma todos los azares de la vida como material para crear un poema. Es necesaria, pues, la distancia del sentimiento para el desarrollo del texto. La parafernalia gratuita es una pérdida y también el equivalente de maquillar un cadáver (hay que estar conscientes de las posibilidades y límites del lenguaje, de la significancia, del ritmo, del sentido).
El poeta es también un David danzante: baila desnudo y se solaza en su impudicia ante los demás. Puede ser un tallador frente al diamante –el lenguaje- con paciencia inaudita pues sabe que su labor empieza y que la piedra sobre cuya superficie trabajará es imperfecta.
De gran registro, graba la reflexión criminal al lado de la piedad. Su obra no es agregar un verso a otro, ni un poemario a otro. Es algo sacro y peligroso, como cuando el funámbulo camina sobre la cuerda. O como el encantador de serpientes: un movimiento en falso y perece (¿no muere Orfeo en los montes tracios, despedazado por las Ménades de Dionisos?, ¿no pinta el Bosco al poeta atravesado por su arpa en El jardín de las delicias?)
El poeta se adhiere a todo y se abandona, reconoce (o reniega de) la tradición, renueva la palabra hasta la emoción, sugiere por connotación, ofrece testimonio de nuestro lapso sobre la tierra, juega con el lenguaje, adopta una actitud pedagógica y de actualización del gusto estético, etc. En fin, coincide con Poe cuando halla lo virtuoso del texto en su efecto y no busca sólo el efectismo. Y, al fin, cree haber arremetido contra la vacuidad, y decir con Pessoa: cae el telón sobre lo que no ha sucedido.

  • POEMAS

OMEGA
(el anillo de Moebius)

I

De pie, ya en la cantina, escucho las campanas que repican a muerto. Sobre las mesas, cientos de papeles amarillos.


II

Abro los ojos como cenotes, en medio del invierno restringido. Indago entre versos blancos, entre el vaho de la noche angosta.


III

Sentado en la cantina. Persisten las campanas con la babel de sus badajos. Improviso: sin leer ningún papel amarillo, intuyo por quién repican a muerto.


IV

Esto soy yo.


V

¿Esto soy yo?



AJEDREZ

64 escaques, un tablero. Tú de ébano ciego, yo de hueso-color. Te mueves en todas direcciones, pero tu abalorio recibe mi agujazo de hormigas. Los cuadros han medido tu silencio con un toque de incienso entre tus rodillas; y el peón adivina su salto diminuto sobre el tablero(PxT). Tus torres se desladrillan en la diagonal de su cruz cuando entro en tu mezquita de rodillas (PxA): aves de plumaje sin colores vuelan sobre el alfil mientras el caballo en celo revienta su casco de marfil en el coito de las laderas en ele, en forma de ele (PxC). Poco falta para el sangrado del cielo aunque lucho y venzo en el enroque (0-0-0). Son míos el susurro de los espacios, ese jardín incauto, el surco obediente de la espalda. El empeine de tu pie, a solo un casillero de mi lengua ofidia (PxP4R). Culpas a la almohada de tus dolores –te ensañas con ella a mordiscos y lametones-. Pero no has caído en cuenta: somos ya un monstruo de doble espalda con fuegos de sal en el núcleo (P5D+).
Cojea nuestro aliento en este juego de reyes. Mi ariete embiste/ barrena las carnes/ incursiona en la memoria/ se duele en ti/ nos inunda pues tu saliva lo festeja y lo corona –peón por reina-. El surco está abierto para las tablas: nadie sabe de quién es la victoria (PxR++). Nadie sabe de quién, el jaque mate.


CUATRO

Nace el canto en el exilio (la epidemia de las furias viene del norte). Velas deshilachadas, antes henchidas: los vestigios de la expedición. Cuando caímos en cuenta, las riquezas ofrecidas eran solo un puñado de decires.

El Cristo del Consuelo vuelve a ser mi barrio y vuelve a pasearse en andas durante la procesión de viernesanto a la que asistía con los míos.

Ya no más borrones en la memoria: el canto nace en el exilio, pero crece donde debe.

**

Hosca la siega de fatigas pávidas; fulgor nocturno de los tácitos espinos. Garúa: el cadáver de Dios bajo una nube de gallinazos, y yo con un poemario de Vallejo bajo el brazo por las calles del Cristo del Consuelo.
(de el oficio impracticable)

sábado, 10 de marzo de 2007

JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ




Menciona a:
Alexis Naranjo
Vicente Robalino
Ángel Emilio Hidalgo
Ernesto Carrión
César Eduardo Carrión
Fernando Balseca



Ambato, 1979. Licenciado en periodismo, ha hecho estudios de posgrado en traducción y literatura. Poemas y versiones suyas han aparecido en revistas de Ecuador, Colombia y México. Ha publicado los poemarios: Intención de Sombra (2001), Grabados sobre una columna derribada (2004) y Los Rastros (2006).





  • POÉTICA

Escolios para una poética

A César Eduardo Carrión

I
Borronear un poema es siempre inútil
si no habla del ojo
que mira el mundo
y siente que no ve
la realidad, el almendro y los juncos.


II
Exactamente en un cuaderno blanco
dejo palabras y palabras
que no dicen
por intentar coger, lápiz o tinta,
la luna con su música.


III
El ojo
mira este cuaderno blanco
como quien mira un pájaro en el aire.
Es decir, mira este cuaderno blanco.


IV
Ya me cansé de hablar cosas oscuras,
aunque en la noche todo es realidad.

(inédito)


  • POEMAS

TRES VERSIONES SOBRE UN TEMA DE ENSOR


I
En una casa repleta de chinoserías,
tú abriste un abanico de pájaros.
Y los pájaros volaron a los árboles
de los jarrones blancos.
Todo desconociendo que yo iba
a escribir una poema sobre esto
y que tú me dirías que era realidad.


II
El jarrón, ese inaudible objeto.
Será un milagro si tú escuchas
un jarrón en la mesa.
Y lo escuchas.
Escuchas su blanca música.
No me hables más
de un pájaro en la tierra.


III
El pájaro se oculta en el jarrón.
El jarrón se oculta tras los pájaros.
(Un invisible juego es lo visible).
Sólo el jarrón, los pájaros.
(inédito)

FITZCARRALDO
Si este barco pasa sobre la montaña,
hallarás la pobreza y la música.

(inédito)


EL ENCUENTRO

Incendio mi árbol
y la sombra nacida de aquel fuego me destruye.

Sin embargo, mi fin no apagará la llama.

(Intención de Sombra, 2001)




HABITACIÓN ABIERTA

Mi palabra es mi sombra.

Por eso,
penetro el silencio:
borde de voz, sin raíz y sin nombre.

Allí, empuño la luz,
instrumento único para tocar lo ausente.

Palpo mi centro
-piedra negra-
y se abre como un fruto
que sangra, eco tras eco,
sobre un cauce de olvido.

¿Oyes el líquido murmullo,
palabra y sombra,
que cruza esta página,
que cesa de bogar y descansa,
ya pozo, en tu centro?

Afuera,
la luz vuelve a su sitio:
el cuerpo, el árbol, el silencio.

Escucha.
Un haz de luz resuena dentro.
Apaga la sombra. Calla el mundo.

(Grabados sobre una columna derribada, 2004)





ACORDE PARA FRANK O’HARA


A Iván Carvajal

Cruzo la vida en una efigie ajena:
cuerpo, médula, materia.
Vuela una abeja entre la tinta
sobre la lengua de los bosques.

En la mente, los niños se murmuran
que la pelota perdida tras el muro
migra en la luz hacia la muerte.

No hay nada sorprendente en las palabras:
una abeja que es lengua, una pelota extraviada.
Todo dice o calla cosas:
materiales que vuelan por la nada.


(Los Rastros, 2006)

jueves, 8 de marzo de 2007

ERNESTO CARRIÓN






Menciona a:
Javier Ponce
Roy Sigüenza
Cristóbal Zapata
Wladimir Zambrano


Guayaquil, 1977. Es autor de La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios: El libro de la desobediencia, Carni vale, Labor del extraviado y La bestia vencida (CCE, 2007), que es, a su vez, el primer volumen de una trilogía única titulada Ø. Del quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo, han aparecido: Fundación de la niebla (Cascahuesos editores, Perú, 2010), Demonia factory (Zignos, Perú, 2007; Eskeletra, Ecuador, 2008; Limón Partido, México, 2009; El Conejo, Ecuador, 2011), Monsieur Monstruo (Ed. de autor, Ecuador, 2009) y Los diarios sumergidos de Calibán I (Doble Rostro editores, Ecuador, 2011). Además ha publicado: Toma esta cabeza mestiza por donde rodará un dios judío (Santa Muerte cartonera, México, 2008), la plaquette Los diarios sumergidos de Calibán (Conaculta, México, 2009), Bóveda 66 (Matapalo cartonera, Ecuador, 2010; Mantis editores, Guadalajara, 2011), Ghetto Americano (Catafixia editores, Guatemala, 2010) y Cyborg Democracia (Dadaif cartonera, Guayaquil, 2011). Tuvo a su cargo el volumen Identidades a plazo. Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce (CCE, 2008). Ha sido Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007), Premio Nacional de Literatura Jorge Carrera Andrade (2008), Finalista del II Certamen de Poesía Hispanoamericana Festival de la Lira (2009), Becario del Fonca y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo en México (2009) y Mención Especial del III Certamen de Poesía Hispanoamericana Festival de la Lira (2011). Trabaja en 18 Scorpii, volumen que cierra su trilogía.


  • POÉTICA:
¿Amo lo que me limita? ¿Duermo envuelto en lenguaje? ¿No queremos acaso a veces ir más allá del lenguaje, porque sentimos simplemente que no abarca todo lo que necesitamos gritar? Sé que este lenguaje me limita, sin embargo este lenguaje también me da la forma, me otorga la vida y abre el mundo ante mis ojos, nuestra relación termina siendo la de un canibalismo consentido, tiene la marca de la unidad desgarradora. Sin embargo mi lenguaje es mi ideología, existe en constante consonancia con el sujeto que la emplea. Mi lenguaje es lo que yo quiero hacer de mí, lo que creo de mí mismo, lo que me dibuja sin temor frente a los otros. Mi lenguaje dice de mí, todo el tiempo, cosas que mi silencio solamente arroja a posibles interpretaciones. Y la poesía, que tiene siempre la intención de modificar este mundo, está inflada de lenguaje, es por esto que siempre que hablemos de poesía estamos hablando de política y amor e ideología.



  • POEMAS


ARMISTICIO DE CASSANDRA


bajo los almendros erguidos por el torcido abrazo de las lluvias, en este día de marzo en que mi palabra calla lo que dice, dios es una mujer batiendo su borracho muslo sobre los ojos de los hombres más pacient
es. Un árbol de piedra que amanece rojo entre la nieve, como un miserable. ¿Pero quién encenderá una vela por nosotros, los vagabundos, monsieur Proust? ¿una sonrisa de cascabeles alrededor de ese río que hospeda toda ruina?

dos soles consuelan el endurecimiento de ese único polvo del camino.

rupturas que piensan que la muerte es más que eso.



ORIGEN Y RECONSTRUCCIÓN DEL PRIMER HOMBRE (Teoría de Caín)

años tuvieron que pasar para reconocer la peste. Sucedió sin embargo, a la misma hora, en que los rayos del sol acostumbraban a reír sin temer ser sorprendidos por el aguacero. Las colinas, mansamente cubiertas por el vaho enemigo, a gusto en los pastizales. Los riachuelos, centelleando hacia arriba, mientras las piedras como pájaros carpinteros angostaban su vuelo sobre las tejas del agua. Parecía haber perdido la vida sus rondas secretas, sus camas arrogantes de limo imperceptible, donde las lágrimas veneraban sus escarabajos. La madre, armada de lengua y mirada gigantesca, creaba esas figuras galantes, fantásticas del hombre del futuro. El padre, recogido en el miedo a su osamenta, dibujaba lechuzas y fermentaba licores para fregar la inmundicia. Asomaba por encima, de la gran humareda de las bestias, el hombro de un gigante. Mientras la siembra adolescente, casi blasfemando, pasaba su mano indeseable por la boca del cielo. Alguien que miraba hacia atrás, decidió recogerse el cabello negro, duro, aplastado hasta la súplica de los rehenes de sus ojos, que le prohibían distinguir hacia adelante: Caín descendía hermoso con el cuerpo de su hermano sobre el arco insobornable de su espalda. Había concluido el primer acto de amor registrado en los anales de la historia. Había Caín lavado, con su atrevimiento, el pecado del mundo.


[o]

huesa por los caminos rodados soñando con la escalera con esa inmensa escalera donde los hombres fajan canículas a otra madrugada reprobada Anotado al pie de los octubres para que sane yo: aquella noche habías soñado con una inmensa escalera donde los hombres peleaban unos con otros –en fila y gritando al dios enroscado en su cloroformo mientras sus huesos iban arqueándose hasta alcanzar la clara figura de la deformación Éramos todos deformes como la propia escalera acaracolada donde vivíamos:

una escalera que guiaba

del infierno                                                                                                                                                   al cielo
del amor                                                                                                                                                        al odio
del sueño                                                                                                                                            a la realidad
de la iluminación                                                                                                                                         al acto

[y etc.]

estuvimos alguna vez ahí?           Sí         como si fueras tú mismo ebrio y poeta y barco marchándose malquerido con la mirada suplantando los relámpagos cobrizos que van cosidos al iris como un helecho fracturando la cabeza Como si fueras tú mismo esa planicie tibia del recuerdo donde las estrellas se resquebrajan para indicar tu maldad Boca despidiéndose arrastrando su peste por unos cuántos cuartos 

monte adentro entonces me rogaste: alguien conozca el inicio o el final de esta escalera o al menos el final de nuestra historia  perdida                        yo aún te ruego alguien conozca nuestra historia –sin emigrar del libro