In Memoriam
Su verdadero nombre fue Miguel Augusto Egas. Nació en Manta en 1897, pero desarrolló la mayor parte de su obra en Guayaquil. Representante del dadaísmo en el Ecuador, publicó tres libros: Poemas de Hugo Mayo (1976), El zaguán de aluminio (1982) y Chamarasca (1984). Figura notable de la vanguardia literaria de los años 20, publicó en la revista peruana Amauta, fundada por José Carlos Mariátegui. La publicación de “Poemas Machos” generó tal polémica, por el título y contenido, que los críticos pidieron para Hugo Mayo el “hospital psiquiátrico o la cárcel”. Fue empleado municipal durante muchos años. Murió en 1988 en la ciudad de Guayaquil.
- POÉTICA POSIBLE
Soy Hugo Mayo, un poeta distinto
Soy a mi manera
–Como temo intoxicaros, olvidad que soy poeta
Les permito llamarme como quieran–
Al mundo llegué, según mis padres, el día domingo,
Cuando apenas el alba se pintaba
Noviembre 24 señalaba el calendario
Mi cuna: un fondeadero; Manta
Manta entonces era pequeña y paupérrima
Hoy, puerto con rompeolas, ciudad que maravilla,
Aunque le pese a cualquier otro puerto
Mi rebeldía, como mi mar, la doy en tumbos
Poseo la reciedumbre del algarrobero
Mis primigenios: un bosque y un océano
Así, la engendración de savias y aguasal,
a no dudarlo, he sido, soy y sigo siendo
Un día, resuelto, «le torcí el cuello
al cisne de engañoso plumaje» que cantaba
Los patocuervos no me perdonaron
Buscaron en bandada atacarme en mi reducto,
pero los desplumé; y, apenas si pudieron
No contentos me llamaron el verdugo del verso
Sin embargo, sigo siendo Hugo Mayo,
un poeta distinto. Soy a mi manera (...)
- POEMAS
POEMAS MACHOS
estoy con el pájaro sin jaula ese pájaro hoy de colores
saltando los vidrios anuda el sonido de tu risa
hacia el norte equivocadamente los senos
columpio que reserva la mecida impar desviando
espaldas de muchos abanicos las distancias
aparte las estrellas en la enredadera del naufragio
con las ventanas a propósito
conteniendo las cosechas ante las semanas ancladas
veo el timón aurora de itinerarios fugitivos
siguiendo el dibujo de tus pasos poliedros de la tarde
pasan el disco las distancias cortando el muelle de la noche
escalera de muchos resortes me pongo a subir las azoteas
despertando a galope el carrusel mayúsculas de todos los avisos
falsamente perfilan vidrios de colores al fondo
antena sin perseguir el silencio de los ojos
muestro las manos con el barniz de muchos olvidos
bajo el ala de tu pastora dibujo el crepúsculo nuevo
collar de piedras pálidas atardeciendo el disco de tus besos
en el reloj de atmósfera ardiente borrando las horas
acompaño a las nubes disparatadas el regreso a cualquier parte
en la cuerda floja tirada al espacio
madurando los frutos del aire en el límite
las palabras se lanzan perdidas en la pista del deseo inválido
muñequera de distancias dando vueltas seguidas
soy con mis pasos delirando la marcha
el trapecista en el lomo de cualquier estrella
sobre el aislador en el trote de las ansiedades
la penumbra abandona todos los pasos.
daba vueltas en el muelle del tiempo
torcido el cielo de las mariposas sobre el campo
traigo en la marea de colores los racimos
afiche en el cinema encendido
nos desatábamos esperando el sur el nudo de los recuerdos
hasta tu misma voz viajando florece el terreno
el espantapájaros palabras disparatadas mi arpón y tu red
otra del campanario escribir al espacio 6 lágrimas
el olor de ti mismo guía del camino girando la tarde
color esperado de los duraznos
tus caderas siguen en cinta de aire paralelas tus caderas
echa las semillas camino de tus pasos floreciendo alegrías
estrella de neblina el polo de tu ruta bebiendo la noche
así grabando como radiogramas de risa
en el mástil ciruelo de las cosechas
tal el farol junto al portal del olvido
confuso al paso del tiempo
en el polinomio estrella de antorchas
pensando que llega polea de los senos nacidos
mareo de muchos caminos en la distancia
aquello como cordón de palomas
cortando espigas de sol para los cestos de la tarde
al escamotear la pampa de siembras
esas ansiedades cruzando las montañas
para caer dentro de una hora
caricia húmeda mezclada a las cortezas
entonces sonata nacida de las raíces
baño en neblina hasta orillar barrancos
ahora como músculos golpeando nuevo oxígeno
en tropel hasta 100 números del aire
en los ojos sin poder localizar
collar de lágrimas escapando apenas
como un puñal vendado
luego galopa olor de regreso
queriendo abarcar la distancia.
me apresuraba a golpear sobre los rascacielos
saltan las ansiedades naufragio de letras pescando diptongos
dominó en 12 cuadros dobles
el puñal de sol asesina la vidriera de los calendarios
juega con las estrellas el espacio para recoger las iniciales
camino con la última edición de recuerdos
avión en decollage
soda de aire que beben los pájaros en la noche
cabecean a la siga capotes de muchos autos
atardecidos dibujos en playa de balneario
voy sacando de mi jaula ideas sin alas
madrugada en cinta
anunciada la paleta que dará los colores impares
estufa de cualquier pantufla de china
hay un desbordamiento de los pisos altos
que se paralizan en los casilleros del alba
olfatea ardilla de 10000 folletines
el deshielo de tus palabras embanderadas.
PUEBLOS DEL SIGLO NUEVO
sin ser una burbuja de jabón
va pasando lento por la calle torcida
un abecedario en desorden
tras el vidrio de cualquier monóculo
existe una feria de colores
el otoño ha marchado a golpe
y las mujeres obtuvieron asientos de primera fila
en cualquier lugar olvidado
tomaban los cuerpos la forma de cubos
un buen caricaturista
hizo los zaguanes en las casas de cemento armado
los relojes
marcaron las horas de los puntos cardinales
mientras desde nuestros pies
miles de diptongos se lanzaron sobre las pianolas
y conocimos los ojos de nuestras nietas
cuando llegaron las noches apagadas.
RETORNO A MI SANGRE
Mi manera que padece
y mi tránsito que acumulo y esa vida sin cuerpo
en la totalidad del ser
soy solo muerto delito en el tiempo
como ayer totalidad de la sorpresa
De lleno en esa luz de los relatos
entre a caer en un mador
A nutrirme palabra de la magia
pero me quedo en la puerta de la espera
en las rocas omnipotentes
Y me mido en lo crucial
y medito en el asilo de mis huesos
Sé del camino y del golpe
y retorno a mi sangre